martes, 14 de noviembre de 2017

Glucosamina y condroitina: ¿son buenas para las articulaciones?


La glucosamina y la condroitina son sustancias que existen naturalmente en el cartílago y el líquido que rodea a las articulaciones y además se venden en el mercado como suplementos alimenticios. Pero ¿para qué sirven y cómo se usan?

Muchas personas toman glucosamina y condroitina pensando que les ayudará a formar cartílagos nuevos porque varios estudios afirman que más de la mitad de la gente con osteoartritis mejoran tomando estas sustancias, se pueden mover mejor y su dolor disminuye, especialmente a corto plazo. Sin embargo, en general la evidencia científica indica que aún se requieren más estudios y tiempo de investigación para realmente comprobar si son ellas las responsables de estas mejoras o no.

La condroitina se encuentra normalmente en nuestro cuerpo en lo que se conoce como tejido conectivo que está en las articulaciones y en los huesos. Entre sus funciones ayuda a que el cartílago conserve agua (ya que el cartílago funciona como amortiguador) y junto con la glucosamina, ayuda a que conservemos el cartílago.

Separando un poco una sustancia de la otra, sabemos que la glucosamina se encuentra, además de en nuestro cuerpo, en otras fuentes naturales como son las conchas de los océanos, y cuando es parte de las suplementos dietéticos, la mayoría de las veces es creada en laboratorio.

La condroitina, a su vez, se crea a partir de fuentes animales, como por ejemplo el cartílago de vaca, y desde hace más de 20 años se tienen registros de su eficacia para aliviar dolores artríticos (cuando se utiliza con otros medicamentos convencionales que alivian también el dolor y la inflamación o hinchazón).

Aunque la glucosamina y la condroitina juntos puedan controlar el dolor, parece que no ayudan a detener el avance de la artritis y tampoco a crear cartílagos nuevos (aunque mucha gente, de hecho, lo use para esto último, los resultados de la pruebas no lo confirman). Así que muchos médicos prefieren recomendarle estos suplementos a sus pacientes y probar un par de meses (normalmente tres) para evaluar si les están ayudando o no.

En Estados Unidos y otros países se encuentran como suplementos alimenticios.

Aplicaciones de la glucosamina y la condroitina

La osteoartritis (la artritis de tipo degenerativo que se desarrolla con el paso de los años, y que es la forma más común de artritis) puede provocar mucho dolor y deformar las articulaciones, especialmente las de los dedos de las manos, pero también otras y aunque la glucosamina y la condroitina se usan con mucha frecuencia para tratar esta afección, los resultados de las investigaciones son mixtos, por ejemplo, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons) en Estados Unidos no la recomienda específicamente para el tratamiento de la osteoartritis en las rodillas, por falta de evidencia a largo plazo.

Sin embargo, en relación a la mejoría en el dolor, como mencioné anteriormente, de acuerdo a numerosos estudios en los últimos 80 años, en pacientes con osteoartritis de la rodilla, de la columna, de las caderas y de los dedeos de las manos, el beneficio que notaron no sólo en el alivio del dolor sino en la habilidad de moverse y el hecho de que redujeron la cantidad medicamentos que tomaron para el dolor, parece representar evidencia científica sólida para el uso de la condroitina para la osteoartritis. Sin embargo, los estudios fueron únicamente por corto plazo (6 a 24 meses), y que desconoce el efecto a largo plazo y que no se sabe si el uso de la condroitina con la glucosamina es mejor que uno de los agentes solo es mejor que ambos.

Por otro lado, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de la Salud no encontró los estudios tan positivos ya que sólo calificó a la condoitina como posiblemente eficaz para disminuir el dolor en la osteoartritis cuando se toma por vía oral. Piensa que los resultados puedan deberse a las diferencias en las personas estudiadas, a los productos que se utilizaron y al diseño de los estudios. Y que el beneficio es modesto o insignificante. En cuanto a las cremas que contienen condroitina, mencionan que generalmente vienen en presentaciones con glucosamina y alcanfor y que es el último compuesto el que ayuda a mejorar el dolor.

Adicionalmente, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud establece que aunque la glucosamina posiblemente es eficaz para la osteoartritis de la rodilla, no funciona en todas las personas especialmente en las que tienen casos severos, los que están en sobrepeso, los que han tenido el problema por mucho tiempo o en las personas de edad avanzada. Esta agencia menciona que ni la condroitina ni la glucosamina no parecen ayudar a que la articulación desarrolle cartílago nuevo ni a detener el progreso de la osteoartritis.

Se han estudiado otros usos para estos suplementos, por ejemplo, la glucosamina, se ha probado para tratar la psoriasis y el glaucoma. La evidencia científica basada en los estudios realizados hasta la fecha para esta estas condiciones sugiere que su eficacia es dudosa y se requiere más investigación en estas áreas antes de llegar a recomendaciones firmes.

La condroitina, a su vez, se ha estudiado también en la prevención de enfermedades del corazón, la psoriasis, el glaucoma, la cistitis intersticial y la vejiga hiperactiva. Pero la evidencia científica para estas condiciones es pobre, o sea que es dudoso que la condroitina ayude en estos casos y se requieren más estudios.

Si estás embarazada o en el periodo de lactancia, también considera que no hay suficiente información de que estas sustancias sean seguras ni para ti ni para tu bebé. Recuerda que es un periodo muy delicado y no puedes automedicarte bajo ninguna circunstancia sin saber los efectos que podría tener en tu salud y la de tu hijo.

Si tienes diabetes, niveles bajos de azúcar en la sangre o estás tomando medicamentos que afecten la glucosa, también ten precaución antes de tomar condroitina y/o glucosamina. No se sabe bien cómo pueden afectar a la insulina en tu cuerpo o al azúcar en la sangre y aunque algunos estudios sugieren que no se afectan, hasta que no se sepa con seguridad y tu doctor lo autorice, evita su uso.

También ten cuidado si tomas medicamentos para el tratamiento contra el cáncer, la glucosamina podría hacerlos menos efectivos.

La glucosamina y/o la condroitina pueden empeorar la salud en los pacientes con asma, pueden causar mareos, sueño y adelgazar la sangre.

Si eres alérgico a los mariscos, debes tener precaución con productos que contengan condroitina y/o glucosamina ya que podrías tener una reacción alérgica.

En cuanto a la dosis, se han estudiado dosis de 200 a 400 mg dos a tres veces al día, de 800 a 1,200 mg una vez al día con efectos similares. Las agencias que regulan los suplementos son diferentes en cada país. En Estados Unidos, no hay ningún organismo que las supervise y no están bajo la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés). Eso significa que la calidad y cantidad de lo que viene en cada botella puede variar y puede ser diferente a lo que se evaluó en los estudios científicos.

Recuerda que aunque la FDA apruebe este tipo de suplementos alimenticios y que comprarlos sea relativamente fácil (pues no se requiere receta) es conveniente que consultes al médico antes de empezar cualquier tipo de medicamento o suplemento y que monitorees cualquier cambio que sientas.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Ken Tannenbaum

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