“¿Cómo estarán mis arterias?”, es la pregunta que muchos se hacen cuando se enteran que las arterias tapadas son la causa principal de los ataques al corazón. Si tú también te lo preguntas, una angiografía coronaria puede darte la respuesta. Sigue leyendo para que te enteres de qué se trata.
El averiguar cómo son las arterias o las venas por dentro puede parecer una idea para una película de ciencia ficción, pero realmente es importante desde el punto de vista médico. Cuando las arterias se endurecen y se tapan, obstruyendo el paso de la sangre ya sea que nutre al corazón, o de la sangre que sale o llega al corazón, aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Por eso existe la angiografía coronaria, también llamada angiograma, un tipo de examen o procedimiento médico que permite evaluar (por medio de una radiografía) a tus arterias coronarias (las del corazón) por dentro, para saber si alguna está tapada.
¿Cómo se hace? La técnica de este examen es realmente compleja, no es una radiografía común. Te explico… Para empezar, después de anestesiar la piel, meten un tubo delgado llamado catéter por una arteria generalmente en la ingle (a veces el brazo) que llega a tu corazón, y en el catéter te inyectan un tinte (un material de contraste, generalmente iodo) que entra a la sangre. Ese tinte se hace visible en los Rayos X y permite ver el recorrido de la sangre por tu corazón y así identificar las anormalidades como una obstrucción a su paso, una dilatación de la arteria (que se llama aneurisma), etc. La máquina de Rayos X (además se usa un fluoroscopio) toma varias imágenes que se pueden guardar en forma digital, en la computadora y que se pueden imprimir, para analizar con más detalle. Te darán un sedante antes del estudio. Podrás irte a la casa ese día o al siguiente dependiendo de lo que te hagan y lo que encuentren.
Aunque es un procedimiento diagnóstico, cuando está indicado, se pueden realizar maniobras terapéuticas, como son la angioplastia. Esta consiste en destapar una o más áreas bloqueadas y poner un “stent”. Que es un tubito que ayuda a que la arteria permanezca abierta.
Aunque no es procedimiento sencillo, y obviamente no se debe practicar en todas las personas, tiene sus indicaciones y actualmente se practican miles de angiografías coronarias diariamente en este país y, en muchos casos, salvan vidas. Obviamente que los beneficios deben ser mayores que los riesgos. Los riesgos incluyen: ataque al corazón, derrame cerebral, arritmia cardíaca, disminución en la presión arterial, daño en la arteria en donde se inserta el catéter, hemorragia, coagulación de la sangre, alergia al medio de contraste, infección o daño en los riñones (especialmente en pacientes con diabetes).
Por eso tu médico sólo te lo recomendará cuando haya indicios de que estás en riesgo de desarrollar un problema mayor del corazón. Por ejemplo, cuando te encuentras en una emergencia cardíaca o cuando sientes un dolor de pecho fuerte (angina de pecho) solo o acompañado de un dolor inexplicable en un brazo, en el cuello y en la mandíbula. Especialmente si se asocia con falta de aire. También te lo pueden recomendar cuando tienes otras condiciones médicas en donde es necesario obtener más información como en ciertos defectos congénito del corazón, ciertas insuficiencias (fallas) cardíacas, ciertos problemas de las válvulas del corazón o en sus venas. Incluso, algunos médicos recomiendan hacer angiografías coronarias cuando sus pacientes van a pasar por otra cirugía y pueden tener riesgos de sufrir del corazón durante la intervención.
Aunque la angiografía coronaria es la más común porque evalúa las arterias cercanas al corazón, no es la única. También se pueden hacer en otros vasos del cuerpo como la angiografía cerebral, angiografía carótida (de cabeza y cuello), angiografía periférica (brazos y piernas) o de la aorta (angiografía de la aorta).
Además, también existen exámenes menos invasivos para conocer tus arterias y venas por dentro, como una angiografía por resonancia magnética o por tomografía computarizada. Sin embargo, la angiografía por Rayos-X es la más utilizada y efectiva. Además, cuando se realiza por un equipo profesional experimentado, se ha comprobado que es un procedimiento seguro.
Así que si tu médico te lo ha recomendado, debe ser porque puede brindarle información realmente importante para cuidar tu salud. Si te van a realizar una angiografía coronaria, infórmate muy bien sobre cómo debes prepararte para el procedimiento, y qué esperar y así evitarás llevarte sorpresas.
Imagen © iStock / ZU 09
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