¿Quién dijo que el sexo era sólo para la juventud? Llegar a la edad madura no significa que tu vida sexual desaparezca, simplemente es diferente. Entérate de los cambios que enfrenta tu cuerpo y algunos consejos para seguir disfrutando de una vida sexual plena. Si se puede, ¿por qué no hacerlo?
Con el paso de los años tu cuerpo ya no es el mismo, y por lo mismo tu vida sexual tampoco. Es normal que sientas menos deseos o que se te haga más difícil conseguir o mantener una erección como antes. Incluso puedes tardar un poco más en lograr un orgasmo y tus eyaculaciones son menos fuertes y con menos semen.
Si estás viviendo algo parecido, no te aflijas, es muy común en los hombres cuando llegan a esta edad. Se dice que entre el 15% y el 25% de los hombres mayores de 65 años sufren de disfunción eréctil (impotencia).
Tu cuerpo produce menos testosterona y eso hace que ya no sientas el mismo deseo que cuando tenías 20 años. Además, a tu edad es común que algunos problemas de salud como la artritis, los problemas del corazón y la diabetes, te quiten vitalidad sexual.
Pero deja de pensar “¡qué tiempos aquellos!”… no le sumes limitaciones de pensamiento a las limitaciones físicas que llegan naturalmente con la edad. Muchas veces los problemas sexuales en la edad madura no surgen solamente por problemas físicos, sino también por problemas que tu propia mente impone. Por un lado, puedes estar preocupado por que tus erecciones ya no son tan frecuentes y firmes como antes, o sentir vergüenza porque tu cuerpo se ve viejo. Incluso, muchos hombres sienten por primera vez que necesitan más estimulación erótica o que su erección dura menos tiempo, pero temen decírselo a sus parejas abiertamente condenándose a sí mismos al silencio y a la insatisfacción.
No es cierto que tus posibilidades estén cerradas. Sigue estos consejos para reactivar tu vida sexual.
Reconoce los cambios. No estar tan activo como cuando tenías 20 años, no quiere decir que no puedas tener una sexualidad gratificante a esta edad. Claro que se puede, una vez que reconozcas qué ha cambiado en tu cuerpo y qué necesitas hacer ahora para disfrutar tu vida sexual nuevamente.
Háblalo. Aunque hayas crecido en una época en la que el sexo era un tabú, ¡ya no lo es! Atrévete a hablar de lo que te pasa. Puedes contarle a tu pareja lo que sientes, ella puede ayudarte a encontrar nuevas formas de que logren satisfacerse mutuamente.
Ve al médico. Tu médico te ayudará a comprender qué pasa (a veces puede indicar un síntoma de un problema cardiovascular que necesita tratamiento). Si descubre que se debe a un problema físico o a efectos secundarios de alguna medicina que estás tomando, podría tener solución. También podría recomendarte algún medicamento que te ayude con las erecciones si se aplica a tu caso. Lo importante es buscar ayuda.
Reaviva el deseo. Cambia la rutina en tu relación sexual, dedica más tiempo al preludio y al romanticismo que antes, prueba nuevas caricias y besos que puedan renovar el deseo.
Explora. Las relaciones sexuales no se limitan a la penetración para obtener placer. Pueden intentar la masturbación y otro tipo de posiciones que sean igualmente satisfactorias.
¿Quién dijo que no se puede? El sexo en la madurez puede seguir siendo muy excitante, es sólo cuestión de darle una nueva oportunidad a tu vida sexual. Y podrás pensar… “¡qué buenos estos tiempos!”.
Imagen © iStock / AleksandarNakic
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