El mundo está hecho a todo color. Nuestros ojos están equipados para percibir no sólo los colores básicos, como los del arcoíris, sino sus infinitas variedades de tonos y matices. En cualquier revista de decoración o de moda verás que se habla, por ejemplo, de azul turquesa, de rojo púrpura, amarillo mostaza o de verde limón. Pero para muchas personas esos colores son francamente sólo una idea. Por ejemplo, no logran distinguir el número 5 en la imagen que acompaña a este artículo. Cuando el ojo no puede distinguir los colores o los confunde estamos ante una condición conocida como la ceguera del color o daltonismo. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo…
Para Roberto, combinar la ropa siempre ha sido una faena: nunca está seguro si el color de la camisa le va bien al del pantalón, o al revés. Por suerte a su esposa no le importa sacarlo de dudas cada vez que le pregunta: “¿Estoy bien combinado?”. La maestra de Pablito, por su parte, le dedica más tiempo y atención al niño cuando tiene que colorear para que no se sienta avergonzado ante sus compañeritos del preescolar porque sus árboles, sus flores y hasta sus animales le quedan ¡tan diferentes a los de los demás! Ella también lo ayuda a identificar las cosas en el aula que están codificadas con color, un método audiovisual tan importante en esos primeros años escolares.
Tanto Roberto como Pablito tienen una condición llamada acromatopsia, ceguera del color o daltonismo, una condición que generalmente se hereda, es crónica y que se puede sobrellevar, pero que no tiene cura.
Las personas que la padecen pueden llevar una vida perfectamente activa y satisfactoria, pero hay cosas que les resultan más difíciles que a los demás, cosas sencillas, cotidianas, a las que nadie da importancia, como darse cuenta si un semáforo está en verde o rojo, saber a simple vista si un tomate o una sandía están maduros o no, o seleccionar un color de pintura para una pared de la casa.
Para poder entender por qué sucede, tenemos que conocer primero el mecanismo que les permite a nuestros ojos percibir los colores. Este se basa en unas células en forma de cono, situadas principalmente en la mácula, el área central de la retina. Estos conos son sensibles a las ondas de la luz roja, verde y azul o a las combinaciones de las mismas. Si falta algún tipo de esos conos, o alguno no funciona adecuadamente, entonces la persona puede: o no ver uno de los colores básicos, o no distinguir las tonalidades de ese color, o confundir un color con otro.
La más común es la ceguera para el rojo o el verde (se perciben como un mismo color) que afecta curiosamente más a los hombres que a las mujeres, seguida por la ceguera al azul (la persona no distingue ni el azul ni el amarillo). En muy raras ocasiones no se distingue ningún color y se ve entonces en blanco y negro o en gris. Cuando la condición es heredada o de nacimiento, ni cambia con el tiempo ni se puede corregir. Solamente se puede ayudar o entrenar a la persona a sustituir la información que brindan los colores por otras señales. ¿Quieres un ejemplo? Los que tienen ceguera al rojo y al verde, por ejemplo, saben si el semáforo está en verde por la brillantez de la tercera luz encendida, no por el color en sí.
Puede suceder que los problemas con la visión de los colores se deban a otras causas: a la edad, a lesiones en el ojo, a efectos secundarios de algunos medicamentos y a problemas de la visión (glaucoma, retinopatía diabética, degeneración de la mácula o cataratas). Cuando alguna de estas causas tiene solución, por ejemplo, una cirugía para eliminar las cataratas, la persona puede recuperar la visión del color, de manera total o parcial. Hay otras formas de aliviar los síntomas de la visión de los colores, como el uso de lentes de contacto de colores o gafas con cristales que contrarresten el resplandor.
La ceguera del color o daltonismo, no es una condición grave, pero si puede tener consecuencias importantes en la vida de la persona. Las personas que la padecen no pueden desempeñar varias carreras y profesiones, como son la decoración de interiores, el diseño gráfico, o la moda, en las que el color es un elemento fundamental. También hay limitaciones en otros campos profesionales, como en el ejército, la aviación, la ingeniería y hasta en los laboratorios, en los donde los cables, las señales y hasta los resultados de las pruebas médicas se determinan mediante los colores.
Para que la persona pueda superar con éxito sus limitaciones, es importante detectar la condición lo antes posible y así tomar medidas de reeducación y entrenamiento para poder llevar una vida satisfactoria y normal.
Ahora que ya conoces un poco más sobre esta condición, aprecia la maravilla de tus ojos y disfruta toda la paleta de colores que la naturaleza ha puesto a tu disposición, desde una flor hasta una puesta de sol. Cuídalos para que puedas ver tu vida a todo color.
Imagen © iStock / huasui
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