Una gran variedad de suplementos de ginseng se han usado en todo el mundo para varias condiciones. Lo cierto es que no todos ellos han sido comprobados o estudiados. Conoce para qué sirve y para qué no sirve esta popular hierba medicinal.
El nombre ginseng se usa comúnmente para nombrar el ginseng asiático (panax ginseng) pero también existen otros tipos, como el ginseng americano, el eleutero o el ginseng de Siberia (que no es un ginseng real pues no tiene el mismo compuesto).
Se ha usado en Asia y Norteamérica por cientos de años y se sabe que la variedad americana es menos estimulante que la variedad asiática, por eso, es común verlo como una sustancia que acompaña a suplementos e incluso bebidas que buscan estimular y dar más energía al sistema inmunológico.
Se ha utilizado para mejorar el pensamiento, la memoria, la concentración y la resistencia deportiva o física. Pero los estudios siguen proporcionando evidencia de su eficacia para los diferentes usos, que encontrarás a continuación.
En la medicina china y de otros lugares del oriente lejano se ha usado tradicionalmente para mantener y mejorar la salud en general, para aumentar la sensación de bienestar, las capacidades mentales y físicas así como para tratar la disfunción eréctil, y la hepatitis C.
Se usa la raíz de la planta, que es la que tiene más componentes químicos, mismos que son los que le dan las propiedades curativas al ginseng. Normalmente la raíz se seca y se usa para hacer cápsulas, tés o extractos.
Hay que considerar que para que sea un ginseng “puro” o más efectivo, debe ser uno del género panax (ginseng asiático o americano) y no el siberiano, que no tiene las mismas propiedades y que el que se ha usado por más de 2,000 años es precisamente el asiático, cuyo nombre significa “hombre-raíz”.
¿Qué dice la ciencia sobre el ginseng? ¿Para qué ayuda?
El ginseng asiático
Este ginseng de acuerdo a la evidencia científica a la fecha, posiblemente ayude a bajar los niveles de azúcar en la sangre, aunque desde luego no son un sustituto del tratamiento para la diabetes que te sugiera tu médico; los estudios también sugieren que podría ayudar a fortalecer el sistema inmunológico; posiblemente ayuden a bajar el colesterol malo (el LDL) y podría mejorar los síntomas de la menopausia. Aunque los estudios a la fecha no dan conclusiones firmes al respecto y todavía se requiere más investigación.
Por otro lado, las investigaciones que se han hecho con el ginseng hasta el momento sugieren que es dudoso que esta hierba tenga un efecto positivo, o sea que ayude para las siguientes condiciones: el rendimiento atlético o al hacer ejercicio, para enfermedades cardiacas (incluyendo insuficiencia cardiaca), protección del hígado, problemas del pulmón, hipertensión; eyaculación precoz; infertilidad masculina; demencia; disfunción eréctil; libido en las mujeres; sensación de bienestar y funcionamiento mental. Será necesario hacer más estudios y obtener resultados diferentes antes de que cambien las recomendaciones para su uso en estas afecciones.
El ginseng americano
Este es también una hierba de la que se usa solamente su raíz y las ginensonidas (que están en ella. Los estudios científicos a la fecha sugieren que es posiblemente eficaz para bajar el nivel de azúcar en la sangre especialmente en los pacientes con diabetes tipo 2 y para prevenir infecciones respiratorias como la influenza, las gripes y los resfriados.
Por otro lado, los estudios no proporcionan suficiente evidencia para determinar que ayuda para el estrés, para la anemia, para el insomnio, para la impotencia, para el VIH o el SIDA; para el cáncer del seno ni para el rendimiento atlético.
Un estudio reciente publicado en la revista “Cancer Letters” indicó que el extracto de ginseng americano causó la muerte de células cancerígenas de la zona del recto y del colon en una prueba de laboratorio y que si además se combina con otros antioxidantes como la vitamina C este efecto podría incluso mejorar. Por ahora se ignora si esto sucede en las personas también. Sin embargo, es algo que se está investigando. Y los científicos sugieren que quizá este tratamiento podría también prevenir este tipo de cáncer, por lo que piensan continuar los estudios para obtener la información.
Y aunque todavía existen dudas sobre su aportación para mejorar la fatiga relacionada a padecer cáncer, varios estudios han sugerido que efectivamente podría ser una buena herramienta para reducir este síntoma.
Uno de ellos realizado en 40 instituciones simultáneamente y publicado en la revista Journal National Cancer Inst. encontró que dosis altas de la variedad americana, por tiempos largos (más de dos meses), sí lograron reducir la fatiga relacionada al cáncer 20 puntos, en una escala de 100, en 340 pacientes con este padecimiento. En este caso se usaron píldoras de 2,000 miligramos diarios de la raíz de ginseng americana pura pulverizada. Lo que alertaron los investigadores es que el ginseng del estudio no es el que típicamente consiguen los consumidores.
El ginseng siberiano
Este es el tipo de ginseng que no es “real” y aunque también tiene propiedades medicinales y de él se usa la raíz (como en los otros dos) no se debe confundir porque ni los efectos, ni la sustancias que contienen, ni su forma de curar son iguales.
Este ginseng, de acuerdo a la evidencia científica a la fecha, podría servir disminuir la frecuencia y la duración de las infecciones por el virus del herpes simple tipo 2 y (en combinación con otra hierba, la andrographis) para aliviar los síntomas del resfriado común.
Pero los estudios sugieren que no hay suficiente evidencia que apoye su uso para otras condiciones en este momento.
Y su uso ¿es seguro?
Primero que nada debes saber que en mujeres embarazadas está contraindicado pues una de las sustancias en el ginseng panax (y por lo tanto el ginseng americano, por su estrecha relación) se ha vinculado a posibles defectos congénitos y como hay poca información sobre los efectos que podría causar en el bebé después del nacimiento, también se recomienda evitar su uso durante la lactancia, por precaución.
En general los efectos secundarios del ginseng son ligeros pero, como es un estimulante, no se recomienda tomar con cafeína o prolongar demasiado su uso (en promedio, se sugiere 3 meses máximo). Si se extiende este periodo es más común que cause dolores de cabeza, mareos, molestias digestivas o trastornos para dormir. Algunos reportes incluyen nerviosismo, irritabilidad y efectos cardiacos (como alteraciones en el pulso o la presión. Muy rara vez se presentan reacciones alérgicas severas o daña el hígado.
En las mujeres, el ginseng podría provocar hipersensibilidad e irritabilidad en los senos o cambios menstruales (aunque es posible que esto se deba a que esté mezclado con otras hierbas) y como afecta los niveles de azúcar, si eres diabético y tomas medicinas para la diabetes siempre debes consultar con tu médico antes de tomarlo porque puedes tener hipoglucemia (reducción en tu nivel de azúcar en la sangre). Si tomas anticoagulantes, también debes tener precaución, el ginseng podría disminuir sus efectos.
Como en el caso de todos los suplementos y las hierbas, se recomienda que suspendas el ginseng con anterioridad si vas a tener cirugía (podría interferir con el control de tu nivel de azúcar). Y desde luego, que consultes con tu médico o un profesional calificado que conozca tu caso en particular y todo lo que tomas antes de que lo empieces.
Publicación original: 2015
Ultima revisión: 2017
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