Desde las colinas de China y de distintos países asiáticos como Vietnam, Indonesia, India o Sri Lanka crecen como laberintos verdes los arbustos interminables del té. Esta planta se conoce científicamente como Camellia Sinensis y de esta misma se derivan las diferentes formas de consumir el té (blanco, verde, negro, rojo o pu-erh y oolong). En este caso, hablaremos del té negro y sus propiedades.
El té negro es una forma de procesar la Camellia Sinensis, después de recolectarlo, en vez de empacarlo o usarlo fresco, como el té verde, lo dejan oxidarse y envejecer; tiene un aroma más fuerte y más cafeína y su aroma y propiedades, pueden durar mucho (a diferencia del té verde). Representa además el 75% del consumo de té en el mundo (sobre todo Occidental, ya que en Asia se consume más el té verde).
Estas propiedades tan potencializadas, le han dado mucha fama no sólo ahora, donde cada vez se le conocen más usos medicinales sino que, por ejemplo, fue incluso considerado como un artículo de mercadeo y hasta el Siglo XIX ya que se usó como moneda en sitios como Siberia, Mongolia o el Tibet.
Se consume normalmente como una bebida (ya sea solo o con otras especias, como en el caso del Masala Chai) y puede ser sólo con agua o con leche (también se pueden usar leches vegetales), o beberse caliente o frío.
Por su mayor contenido de cafeína, se usa comúnmente por gente que busca un estado de alerta mental, como el que otorga el café. Esta es su propiedad más conocida.
¿Qué dice la ciencia acerca del té negro?
Como otras bebidas con cafeína, los estudios encuentran que el té negro posiblemente es eficaz para ayudar a las personas a mantenerse alerta, aún si no han dormido suficiente.
Los estudios sugieren que podría ser eficaz a corto plazo (ya que sólo se ha estudiado por un año) en reducir el riesgo de infartos al miocardio (ataques al corazón) y en la prevención de laarterioesclerosis en las mujeres; quizá también reduzca un poco el riesgo de desarrollar piedras en el riñón en las mujeres (~8% ) y, dependiendo de la dosis, podrían reducir la enfermedad de Parkinson tanto en los hombres como en las mujeres. Y, algunos estudios sugieren que podría ayudar a elevar la presión y a prevenir la hipotensión ortostática (que es cuando la presión baja cuando la persona se pone de pie, especialmente cuando lo hace rápidamente. Esto puede causar mareo).
Por otro lado, a pesar de que algunos estudios han sugerido que podría ayudar para algunas condiciones, en este momento las investigaciones no proporcionan suficiente evidencia para determinar que el té negro sea eficaz para el dolor de cabeza, ni para perder peso, ni para prevenir la osteoporosis, ni para el cáncer del pulmón, ni para la prevención de la caries dental, ni para la bronco-dilatación en el asma. Será necesario continuar los estudios para definir si ayuda en estas condiciones.
Otros usos medicinales del té negro
Los antioxidantes (presentes en el té negro) se conocen por sus beneficios en el corazón, los vasos sanguíneos y también como agentes que ayudan a retrasar el envejecimiento del organismo humano.
Especialmente los antioxidantes presentes en la Camellia Sinensis son los polifenoles (y dentro de estos se encuentran también los flavonoides) ambos se conocen por sus propiedades anticancerosas, favorables para el corazón y para evitar la fragilidad capilar (prevenir los sangrados), ya que tienen propiedades antitrombóticas y quizá ayuden a disminuir el colesterol.
Por ejemplo, un estudio realizado por unos investigadores de la Universidad de Kentucky, examinó tanto al té negro como el verde y sus efectos en la síntesis del colesterol en células del hígado de ratas. Ambos tés (y el negro además superó al verde) redujeron la síntesis del colesterol en estas células: el té verde en un 55% y el té negro en un 78%.
Al parecer hacen que el colesterol descienda cuando los polifenoles actúan sobre los enzimas que tienen que ver en la síntesis del colesterol, así que esto se podría considerar como parte de la evidencia que respalda que el té tiene propiedades que fomentan la salud cardiovascular. Sin embargo, los mecanismos por los que lo logra aún no están bien establecidos y se necesitan más estudios para delinear exactamente cómo funciona.
La presencia de los flavonoides en esta bebida, también podrían ayudar a estabilizar la presión arterial, según un estudio, así como a prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2.
Precauciones e interacciones
La Administración para Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) considera al té negro como un alimento habitualmente seguro, incluso para los niños y las mujeres embarazadas mientras se beba en moderación. O sea, como en todo, lo que tienes que tener en cuenta es la cantidad de té que estás bebiendo pues, en exceso, no es saludable y puede tener efectos secundarios. Aunque menciona que esta agencia no regula las hierbas y los suplementos de manera estricta y, por lo mismo, no garantiza su pureza, su potencia ni la seguridad de los mismos. Típicamente, dependiendo del tamaño de la taza y de qué tan fuerte sea el te, una taza de té negro contiene alrededor de 50 mg. de cafeína.
Entre los efectos secundarios del exceso del té negro son el exceso de cafeína, cuyos síntomas pueden incluir: taquicardia, insomnio, ansiedad, nerviosismo, dolor de cabeza o de estómago, irritación estomacal, gastritis (ardor en la boca del estómago), vómitos, diarrea, gases, colitis, frecuencia para orinar, irritabilidad, alteraciones en el ritmo cardiaco, zumbido en los oídos, mareos y/o dolores musculares.
Normalmente se recomienda no beber más de 5 tazas de té negro en el trascurso del día (y en las mujeres embarazadas no sobrepasar los 200 mg al día). La cafeína cruza la placenta y también pasa a la leche materna. Los bebés de madres que abusan la cafeína durante el embarazo podrían aumentar el riesgo de SIDS (el síndrome de muerte súbita del recién nacido en su bebé después del nacimiento). Y los bebés amantados por madres que abusan de la cafeína podrían, además de estar irritables, tener anemia por disminución en el metabolismo del hierro. El té negro también podría crear dependencia psicológica en la persona que lo bebe. Y si lo suspendes súbitamente, podrías experimentar síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, nerviosismo y ansiedad.
Puede agravar problemas de salud como la anemia, trastornos en la coagulación, problemas de ansiedad, glaucoma, osteoporosis e influir en los niveles de azúcar en la sangre, así como en la presión arterial y el ritmo cardiaco.
El té negro, por su contenido en cafeína, puede interactuar con varios medicamentos, hierbas y suplementos. Entre ellos: puede aumentar el efecto de algunos medicamentos para subir la presión, de los inhaladores para el tratamiento del asma, de suplementos para perder peso (algunos con efedrina han causado apoplejías (accidentes cerebrovasculares) o trastornos del ritmo del corazón). La cafeína también puede aumentar el efecto de la nicotina. Además, puede afectar los niveles del litio. Por otro lado, la dexametasona disminuye los niveles de la cafeína en el cuerpo. La cafeína incluso puede interactuar con el calcio, el hierro y con hierbas y suplementos que contengan taninos. Estos son sólo algunos ejemplos.
Como ves, el té negro podría proporcionarte algunos beneficios, pero sólo si lo bebes en cantidades moderadas, no es bueno si se abusa y puede tener varias interacciones. Evita beberlo en exceso (menos de 5 tazas al día). Si tienes dudas, consulta a tu médico.
Publicación original: 2015
Ultima revisión: 2017
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