miércoles, 13 de diciembre de 2017

Las caídas: aprende a prevenirlas en niños y ancianos


En las películas cómicas, las caídas y los tropezones nos matan de la risa, y ni qué decir de las peripecias de los payasos del circo… mientras más escandalosas, mejor. Claro que todos se levantan, se sacuden y aquí no ha pasado nada. Eso es en el mundo del espectáculo y de la diversión. Sin embargo, en la vida real las caídas son algo muy serio. Pueden ser muy peligrosas para las personas de todas las edades, y en particular para los más vulnerables: los niños y los ancianos. La buena noticia es que la mayoría de las caídas puede prevenirse. Aquí te decimos cómo.

Trata de imaginarte un lugar peligroso. Seguro que ni remotamente te pasó por la mente un terreno para juegos infantiles o tu cuarto de baño, ¿cierto?  Y sin embargo, cientos de personas llegan a diario a las salas de emergencia de todo el mundo para el tratamiento de lesiones sufridas por caídas producidas mientras jugaban en el parque, practicaban un deporte, se daban una ducha o bajaban las escaleras en su propio hogar. Las caídas, además de lesiones y fracturas, pueden incluso resultar fatales. Por eso queremos que aprendas a evitarlas y así que te protejas tú y que protejas a tus seres queridos.

Todos podemos sufrir una caída, pero hay dos segmentos de la población especialmente vulnerables: los niños y los adultos de más de 65 años. Las estadísticas te darán una mejor idea de la seriedad del asunto:

Las caídas en los niños: la supervisión es la clave

Las estadísticas:

  • Las caídas son la principal causa de lesiones no fatales que afectan a niños y adolescentes entre las edades de 0 a 19 años.
  • Cada día, 8,000 niños reciben atención en las salas de emergencia de los Estados Unidos únicamente, por lesiones ocasionadas por caídas (esto representa un total de 2.8 millones de niños lesionados al año).

Lo que se puede hacer para prevenirlas:

En el hogar:

  • No dejes a un bebé o a un niño pequeño sin supervisión sobre la cama, sobre un sofá o sobre un cambiador.  Puede voltearse y caerse.
  • Selecciona juguetes y productos para el bebé o para el niño que cumplan los estándares necesarios de seguridad.
  • Usa siempre las correas de seguridad en las sillitas altas para comer  y sube la baranda de seguridad en las cunas.
  • No coloques al niño en un andador con ruedas en el que pueda desplazarse y rodar accidentalmente por las escaleras. Es preferible un andador fijo o dejarlo en su corralito.
  • Las ventanas abiertas son un peligro para todos los niños menores de 10 años. Las caídas desde una ventana son muy graves y pueden hasta causar la muerte. Para evitarlas, instala protectores en todas las que estén por encima del primer piso.  Aleja los muebles de las ventanas para que el niño no pueda subirse a ellos y llegar a la ventana.
  • Las escaleras son otras de las áreas más peligrosas del hogar.  Instala rejillas de seguridad en el tope y en la parte baja de las escaleras para mantener aislados a los bebés y los niños más pequeños. Enséñale a los mayorcitos a no bajarlas y subirlas corriendo y evita que dejen objetos tirados en los escalones que puedan ocasionar un resbalón.
  • Ten cuidado también con las alfombras que no están adheridas al piso que pueden moverse. Para que no se deslicen, fíjalas con cinta adhesiva doble o coloca debajo de ellas un pedazo de fieltro.
  • Coloca alfombritas antideslizantes en el fondo de la bañera. Seca cualquier derrame de agua para evitar resbalones.
  • Revísales el calzado. Procura que la suela no resbale y que usen un zapato de la medida correcta.

En patios y áreas de juego y recreo:

  • Es importante que los niños se diviertan al aire libre y se ejerciten mientras juegan, pero deben hacerlo de forma segura. Aproximadamente 15 niños de hasta 14 años de edad pierden la vida debido a estructuras defectuosas, equipos inadecuados y descuidos en el área de juego cada año en los Estados Unidos.
  • Los niños siempre deben jugar bajo la supervisión de un adulto.
  • Asegúrate de que los columpios, los toboganes y todos los equipos sean los indicados para la edad del niño.
  • Evita que los niños muy pequeños compartan el área de juego de los más grandes para evitar accidentes.
  • Las superficies debajo de los toboganes y de los juegos deben ser lo suficientemente blandas como para amortiguar las caídas y deben cubrir hasta unos seis pies alrededor de los aparatos de juego y de ejercicios.  Las más recomendables son las de aserrín, arena o caucho. Las menos seguras y que debes evitar son las de cemento o asfalto.

En el deporte:

  • Asegúrate de que el niño utiliza los protectores adecuados para el deporte que practique: rodilleras, protectores para las muñecas y codos, así como cascos o protectores dentales.
  • Es imprescindible que los niños usen cascos protectores cuando patinan ya sea sobre ruedas o en el hielo, sobre patinetas  y también cuando montan bicicleta. Eso evita lesiones en la cabeza, que pueden ser graves.
  • Si monta bicicleta, verifica que tenga el tamaño adecuado para su edad y que el niño pueda mantener bien el equilibrio.
  • Evita que monte bicicleta o patine durante la noche, en zonas con poca iluminación o en áreas de tráfico denso.

Recuerda que especialmente en el caso de los bebés y de los niños muy pequeños la supervisión es fundamental ya sea en casa o en el patio de juegos o de recreo.

Las caídas en los adultos de más de 65 años: un problema muy serio

Las estadísticas:

  • Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, 1 de cada 3 adultos de más de 65 años se cae cada año. En las personas de esa edad, las caídas  son la causa principal de muerte por lesiones y heridas. También son la causa más común de las heridas que no son fatales y de las admisiones al hospital debido a traumas.
  • Las cifras son alarmantes: solamente en el 2009, las salas de emergencia trataron a 2.2 millones de personas mayores con lesiones no fatales y 581,000 de ellas requirieron ser hospitalizadas.
  • La tasa de mortalidad por caídas en las mujeres y los hombres de más de 65 años se ha disparado en la última década.
  • Las consecuencias son serias para este grupo de adultos:
    • De un 20 a un 30% de las personas que se caen, sufren lesiones moderadas a severas (laceraciones, fracturas de cadera y traumas en la cabeza). Estas lesiones les dificultan vivir de manera independiente y aumentan su riesgo de morir anticipadamente.
    • Las caídas son la causa más común de lesiones traumáticas al cerebro.
    • La mayoría de las fracturas en las personas mayores son causadas por caídas. Las más comunes son las fracturas de columna, cadera, antebrazo, pierna, tobillo, pelvis, brazo y mano.
    • Muchas de las personas que se caen, aunque no se fracturen, temen volverse a caer. El temor limita sus actividades, y al moverse menos, pierden control y tono muscular lo que aumenta aún más el peligro de volverse a caer.

Lo que se puede hacer para prevenirlas:

  • Practicar ejercicios regularmente: aproximadamente un 75% de los adultos de este grupo llevan una vida sedentaria y pierden hasta un 2% de fuerza muscular cada año entre los 65 y los 85 años. La pérdida de fuerza y el tono de los músculos, unidas a otros problemas como la falta de equilibrio, aumentan las probabilidades de caerse. Cuando un adulto de esta edad se cae, pierde confianza y se vuelve más sedentario aún, aumentando, como mencionamos anteriormente, las probabilidades de volverse a caer.
    • Los ejercicios deben enfocarse en fortalecer las piernas y mejorar el equilibrio. Para aumentar la fuerza muscular, también pueden realizar ejercicios con pesitas de dos a tres veces a la semana. Lo ideal es que los dirija un profesional o un terapista físico. Para ponerse en contacto con los terapistas de su área, pueden hacerlo a través de una compañía proveedora de cuidados de salud o de su médico.
    • Ejercitarse durante 30 minutos por lo menos 3 veces a la semana reduce el riesgo de las caídas en un 50%.  Puede por ejemplo, caminar a un ritmo moderado durante media hora varias veces a la semana.
  • El médico o el farmacéutico deben revisar los medicamentos que está tomando para evitar las interacciones entre ellos, y los efectos secundarios que incluyan mareos o adormecimiento.  Cuando las personas mayores no están alertas, corren más peligro de caerse.
    • Los medicamentos para bajar la presión arterial aumentan el riesgo de las caídas cuando la presión arterial baja y se desarrolla hipotensión ortostática (se produce al levantarse la persona después de haber estado sentada o acostada y se siente mareada).  Lo mismo sucede con algunos los antidepresivos, algunos antihistamínicos y algunos sedantes.
    • El uso de varios medicamentos  a la vez puede producir mareos, inhibir la conexión entre los nervios y los músculos y desencadenar la hipotensión ortostática.
  • Hacerse una revisión de la vista por lo menos una vez al año y renovar sus lentes, en caso necesario, para asegurarse que ve lo mejor posible.
  • Comer alimentos ricos en calcio y vitamina D (o suplementos si se lo indica su médico) para combatir la osteoporosis
  • Ser cautelosos: muchas caídas ocurren cuando la persona mayor quiere seguir realizando las mismas actividades de siempre, sin darse cuenta de que su capacidad ha mermado. Las personas con problemas del oído interno (que causa vértigo y dificulta el equilibrio), con artritis o con disminución en la sensibilidad en las piernas debido a mala circulación de la sangre, deben tener más cuidado.
  • Evitar beber alcohol.
  • Usar zapatos de suela de goma y tacón bajo para evitar resbalones, evitar caminar en pisos húmedos o mojados o subirse en sillas o en escaleras para buscar objetos.

Cuidados especiales en el hogar:

  • Agarrarse bien del pasamanos al bajar las escaleras.
  • Usar un bastón o un andador en caso necesario
  • Cuidado con el cuarto de baño: es una de las áreas más peligrosas del hogar, no solamente por las superficies resbalosas del suelo o la bañera, sino porque al levantarse de la taza sanitaria o al salir de la bañera se pueden producir cambios en la presión arterial que causen mareos y hasta desmayos.
  • Instalar alfombras antideslizantes en el fondo de la bañera, y barras en la bañera y al lado de la taza sanitaria.
  • Eliminar las alfombras de paso que no estén adheridas al piso para evitar resbalarse o tropezarse con ellas.
  • Mantener el hogar bien iluminado.
  • Evitar cables en el piso y objetos regados que puedan producir caídas.
  • Distribuir los muebles de forma que quede suficiente espacio para caminar.
  • Mantener a la mano (cerca de la cama, por ejemplo), una lista con los teléfonos de emergencia.

Como ves, las caídas no suceden porque sí. La mayoría puede evitarse con un poco de precaución. Revisa bien tu hogar y toma las medidas necesarias para proteger a todos los miembros de la familia de caídas potencialmente peligrosas.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStockphoto.com / Juanmonino

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