Si estas buscando más motivos para empezar una rutina de ejercicios y para mantenerla durante largo tiempo, he aquí algo que te puede interesar: ¿Sabías que la actividad física también puede ayudarte a mantener una memoria ágil y para disminuir los riesgos de desarrollar algunas enfermedades? En este artículo te contamos como el ejercicio beneficia al cerebro.
Cuando Carola llegó al consultorio preocupada porque temía que la edad afectara su memoria, le recomendé que caminara más seguido y, si podía, que tomara clases de baile de salón o que practicara ejercicios de disociación, que son esos en los que debes hacer movimientos distintos pero coordinados entre dos partes del cuerpo distintas, por ejemplo: entre una y otra mano (como al tocar el piano) o entre las manos y los pies.
“¿Bailar o ir al gimnasio?” me preguntó sorprendida.
“Pues sí”, le respondí. Es que el ejercicio físico tiene innumerables beneficios para la salud, sin importar la edad. Y no sólo te permiten mantenerte en forma, combatir la obesidad y evitar enfermedades como la diabetes o los problemas del corazón. La actividad física también tiene efectos positivos sobre el cerebro.
Muchas personas piensan que para ejercitar el cerebro hay que realizar actividades que impliquen pensar, como jugar al sudoku o tratar de memorizar nombres y números telefónicos. Eso es cierto: existen distintos ejercicios para mantener la memoria activa y el cerebro en forma.
Sin embargo, no son los únicos que le hacen bien. El ejercicio físico también es bueno para el cerebro, y no sólo porque te ayuda prevenir derrames cerebrales y ataques cerebrovasculares silenciosos, o a combatir la demencia, la ansiedad y el estrés, sino también porque permite que el oxígeno llegue a él de manera más eficiente, lo que ayuda a que puedas pensar con más claridad. Además, el ejercicio es saludable para el sistema nervioso central.
De hecho, hubo investigadores, que analizaron cómo las carreras largas ayudan a los hámsters o ratoncitos domésticos, a mejorar su inteligencia . Y esto parece repetirse en las personas ya que, por ejemplo, en otro estudio se encontró que caminar entre 9 y 15 kilómetros (o sea, entre 5 y 9 millas) por semana puede ayudar a preservar la memoria y a evitar enfermedades cerebrales que pueden presentarse con la edad.
Asimismo, hay especialistas que consideran que el ejercicio ayuda a mejorar el estado de ánimo (haz la prueba y luego nos cuentas) y la vitalidad también, y te permite mantenerte alerta. Por otro lado, otros autores están analizando cómo la actividad física podría ser efectiva para combatir una condición denominada trastorno de déficit de atención e hiperactividad, en los adultos.
Y lo mejor de todo es que no hace falta que sean ejercicios intensos. Caminar, andar en bicicleta o hacer yoga o Pilates también pueden ser efectivos para mantener tu salud mental.
Por todo esto, elije la actividad que más te guste de acuerdo a tu personalidad, a tu estado físico y la tu disponibilidad de tu horario y ponte en acción.
Y si de mejorar la salud mental se trata, una buena idea es complementar estas actividades con alguna otra que te ayude a relajarte y que te exija cierto grado de concentración, como la meditación.
Es conveniente que consultes con tu médico antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios, para que te ayude a determinar el tipo de ejercicios más adecuado para tu condición física. Pero con seguridad te animará a que los practiques, porque el ejercicio, como te habrás dado cuenta, es un gran aliado de la salud general.
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2012.
Imágen © iStock / janulla
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