martes, 8 de septiembre de 2015

¿Ojos secos? Conoce las causas y pon en práctica las soluciones

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Si padeces de resequedad en los ojos, no estás sola. Es una condición muy común, que afecta a una gran parte de la población, sobre todo a partir de los 40 años, y más a las mujeres que a los hombres. Por suerte, no es difícil de tratar ni suele presentar grandes peligros.

De pronto, sientes como si tuvieras los ojos llenos de arena, ¡hasta te duele cerrar los párpados! La vista se te pone borrosa y te molesta la luz. No te asustes, estás experimentando los síntomas más comunes del síndrome de resequedad ocular. ¿Sabes en qué consiste? Aquí te explicamos.

Los ojos normalmente están cubiertos por varias capas de lágrimas. En realidad son tres capas: la más fina y profunda está formada por mucina (una forma de mucosidad); la del medio, que es la mayor y más gruesa, está formada básicamente de una solución de agua y sal;  y la más superficial es una fina capa de lípidos (grasas o aceites), cuya función principal es reducir la evaporación de la capa de agua salina que se encuentra debajo. Estas capas mantienen el bienestar de los ojos y la buena visión, y un problema en cualquiera de las tres capas, afecta la producción de lágrimas. La evaporación excesiva de la capa de agua salina suele ser el resultado de una deficiencia en la capa superficial.

Los ojos también pueden resecarse si estás tomando algún tipo de medicamento, como antihistamínicos, antidepresivos o anticonceptivos orales. Otra causa es: si parpadeas menos de lo normal (por mantener la vista fija en una pantalla como la de la computadora), o si no puedes cerrar bien los párpados, ya que se evaporan las lágrimas.

Si padeces del síndrome de resequedad ocular, además de los ojos resecos, podrías notar los siguientes síntomas:

  • Picazón.
  • Visión borrosa.
  • Sensación de ardor.
  • Sensación de tener un cuerpo extraño en los ojos.
  • Irritación o enrojecimiento.
  • Gran sensibilidad a la luz y/o
  • Exceso de lágrimas. Esto se debe a que, cuando el ojo se reseca y se irrita un poco, puede producirse un reflejo que aumenta de pronto la producción de lágrimas en un esfuerzo para incrementar la humedad, y ver y sentirse bien de nuevo. Pero como los ojos sólo pueden manejar una cierta cantidad de lágrimas, el resto se sale y corre por los párpados y por las mejillas, provocando más resequedad.

¿Hay factores de riesgo?

Sí los hay. En general, la resequedad en los ojos, aunque molesta, no da lugar a pérdida de la visión ni problemas importantes en la vista. Es más frecuente en las mujeres, sobre todo después de cierta edad y en las personas de origen asiático. Otros factores de riesgo:

  • La menopausia. Aumenta las posibilidades de padecer de resequedad en los ojos. Sin embargo, las mujeres postmenopáusicas que están en terapia de reemplazo de hormonas, sobre todo de estrógeno, tienen un riesgo mayor de padecerla, que las que no toman hormonas.
  • Factores ocupacionales y del ambiente. Entre ellos: humedad baja, temperaturas elevadas en interiores, exposición al viento, contaminación, mala calidad del aire, humo del cigarrillo y disminución del parpadeo debido a la lectura o al uso excesivo de la computadora (ordenador).
  • Usar lentes de contacto.
  • Cirugía Lasik.
  • Deficiencia de vitamina A.
  • Una dieta baja en ácidos grasos omega-3.
  • Varios medicamentos, como diuréticos, antidepresivos y antihistamínicos.
  • Quimioterapia.
  • Algunas enfermedades, como la hepatitis C, la infección por VIH o la diabetes.

Algunas complicaciones que pueden presentarse

Normalmente, la resequedad en los ojos no tiende a dar mayores problemas. Pero tienes que estar alerta. Si la superficie del ojo se reseca demasiado, aumenta el riesgo de una infección. Si eso ocurre, se puede afectar la córnea, que se adelgaza, forma cicatrices y hasta llega a perforarse, lo que causa problemas de la vista y algunas veces incluso a la pérdida de visión.

Lo que puedes hacer en casa

Aunque no hay una cura para la resequedad ocular, hay muchas cosas que puedes hacer por tu cuenta para aliviarla. Por ejemplo:

  • Usa en los ojos lágrimas artificiales y gotas o geles lubricantes.
  • Usa ungüentos lubricantes. Como son más espesos que las gotas y el gel, duran mucho más, pero pueden causarte visión borrosa si los usas durante el día. Lo mejor es que los uses por la noche, mientras duermes.
  • Instala en tu casa un humificador, sobre todo si usas calefacción en el invierno o aire acondicionado en el verano (ambos resecan el aire). La humedad en el ambiente alivia la resequedad de los ojos.
  • Usa compresas calientes en los párpados
  • Toma un suplemento de ácidos grasos de tipo omega-3.
  • Deja descansar tus ojos (cerrándolos por 10 segundos cada cinco o 10 minutos) mientras lees, miras la televisión o trabajas en la computadora.

Cuando se requiere tratamientos médico

Algunas veces la resequedad requiere atención médica para que no surjan complicaciones. Probablemente el oftalmólogo (el médico especializado en los ojos) te recete gotas para los ojos o lubricantes más fuertes, que necesiten prescripción (receta), o medicamentos para aliviar la inflamación o para mantener saludables las capas de lágrimas. Tal vez necesites un antibiótico para combatir una enfermedad que te esté resecando los ojos. En casos extremos, se utiliza la cirugía.

Pero si padeces de resequedad ocular, lo más probable es que no tengas que preocuparte mucho. Sólo tienes que lidiar con algunas molestias en ciertas actividades de la vida diaria, y en la inmensa mayoría de los casos, no hay peligro de pérdida o disminución permanente de la visión. Aun así, es aconsejable que vayas al oftalmólogo para asegurarte de que no tienes ningún problema que requiera atención. Y si lo tuvieras, con su ayuda hay maneras efectivas de combatirlo.

 

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2012.

Imágen © iStock / parema



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