La gripe es una infección causada por el virus de la influenza. Durante la época invernal, tienden a dispararse los casos de influenza, hasta el punto de considerarse una epidemia. Los niños son especialmente vulnerables, así que es importante que los vacunes y mantengas ciertas reglas de higiene para evitar que se contagien. Aquí te cuento cómo puedes aliviar los síntomas de los niños con gripe o influenza, si es que ya es demasiado tarde para prevenirla.
Cada año, especialmente durante los meses de invierno, la influenza o gripe parece adueñarse del ambiente haciendo caer a muchos en sus molestos síntomas: fiebre, escalofríos, tos, dolor en el cuerpo, dolor de cabeza y en ocasiones, dolor de oído y problemas de sinusitis.
Los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años son la población más vulnerable, pues pueden sufrir de complicaciones que pueden llegar a ser fatales. Por eso, la mejor manera de prevenir que tus niños se enfermen es vacunándolos (la vacuna está disponible en inyección y spray nasal para niños mayores) y poniendo en práctica las reglas de higiene para evitar el contagio.
Lavarse las manos con frecuencia durante el día con agua caliente y jabón, evitar estar en contacto con personas enfermas, estornudar o toser cubriéndose con un pañuelo y lavándose las manos luego. Si no tienes un pañuelo, debes toser o estornudar cubriéndote con el codo o el antebrazo, nunca con las manos. Esto evitará que si tienes influenza y tocas a alguien o alguna superficie de uso común como las chapas de las puertas, esa persona se contagie.
Pero si ya es tarde y tu pequeño se contagió, es hora de brindarle los cuidados necesarios para que se recupere lo más pronto posible y se eviten las complicaciones. Antes que nada, toma nota de estas señales o síntomas que pueden indicarte que tu hijo(a) tiene influenza o gripe. En las primeras 24 a 48 horas existe un antiviral que puede acortar la duración de la enfermedad. Por otro lado, hay otros síntomas y señales que indican tienes que llevarlo al médico o a una sala de emergencia para que lo evalúe lo antes posible:
- El niño(a) se ve muy enfermo y actúa como tal. Confía en tus instintos. Si ves que tu hijo(a) no se comporta como usualmente lo hace, y algo te parece extraño, no dudes en llamar al médico.
- Su respiración se vuelve rápida o tiene dificultades para respirar
- Se deshidrata (no orina en 12 horas, boca seca y nada de lágrimas)
- Presenta una tonalidad azulada en la piel
- Está muy adormilado y no quiere jugar
- Está muy irritable y no quiere ni que lo carguen
- Los síntomas mejoran pero vuelven a aparecer con tos severa y fiebre
- Le da fiebre con salpullido
Una vez que hayas llevado a tu pequeño(a) al pediatra, debes seguir los cuidados indicados por él o ella. Nunca le des un medicamento para la gripe (influenza) o el resfriado aunque sea de venta libre a un niño menor de 4 años, sin consultar a tu médico, puede causar efectos secundarios graves, como problemas del corazón. Si tu niño tiene menos de 6 años, los medicamentos (de cualquier tipo, incluyendo los antibióticos si fueran necesarios) también deben ser administrados únicamente bajo estricta supervisión médica.
Como los medicamentos no son una opción para aliviar los síntomas de los niños muy pequeños, es normal que los padres puedan sentirse más preocupados y frustrados. De cualquier manera, hay formas de ayudarles a pasar por este trance:
- A los bebés de tres a doce meses, es importante darles líquidos claros y tibios como agua, jugo de manzana y alguna solución oral con electrolitos (Pedialyte).
- A los pequeñitos de un año en adelante, puedes darle media cucharadita de miel, la cual ayuda naturalmente a reducir secreciones. No le des miel a los menores de un año (es muy peligroso).
- A los niños mayores de 6 años puedes darles caramelos para la tos.
- Un humidificador de vapor tibio o una ducha o baño con vapor les podría ayudar.
- Mucho descanso, alimentarse bien, tomar muchos líquidos y mucho amor.
Si el niño o la niña ya está en edad escolar, debe quedarse en casa bajo tu supervisión y cuidados para evitar contagiar a otros niños.
Practica las recomendaciones de higiene para prevenir contraer la gripe o influenza. El secreto es lavarse las manos durante 20 segundos con agua y jabón frecuentemente durante el día, y no tocarte los ojos, la nariz ni la boca si has tocado superficies que están en contacto con muchas personas.
Llevar una alimentación saludable (rica en frutas y verduras), tomar mucha agua, hacer ejercicio regularmente y descansar suficiente son también indispensables para tener el sistema inmunológico (de defensas) fuerte.
Si tienes dudas, incluyendo acerca de la vacuna contra la influenza, consulta con tu pediatra.
Imagen © iStock / Marilyn Nieves
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