El ajonjolí o sésamo (Sesamum indicum) es una planta que se cultiva en todo el mundo por sus semillas comestibles. El aceite de sésamo, una fuente de vitamina E, se deriva de las semillas del sésamo. Hay muchas variedades de aceite de sésamo que varían en su sabor y color. El aceite de sésamo se utiliza como aceite de cocina, para los masajes, como un tratamiento para el cabello, en la fabricación de alimentos y medicamentos, en diversas prácticas religiosas, y como solvente industrial. Además, el aceite de sésamo frecuentemente se utiliza como medio para fármacos orales e intravenosos. En la medicina folclórica, las semillas de ajonjolí han sido utilizadas para tratar distintos tipos de heridas.
Medicina Africana: Se reporta que el uso de sésamo en la medicina y la gastronomía egipcia comenzó alrededor de 1500 AC. El aceite de sésamo se utilizaba como combustible para iluminar las lámparas que se han descubierto en sitios arqueológicos egipcios. Hay reportes que indican que el aceite de sésamo es un remedio tradicional egipcio para el dolor de los trastornos circulatorios, de la artritis y de los nervios (por ejemplo, la neuralgia ocasionada por la ciática), y para la eliminación del exceso de cera en los oídos. Durante la Edad del Bronce, las plantas de ajonjolí se utilizaban como una fuente de aceite en Siria y Mesopotamia. Se cree que los esclavos provenientes de África trajeron el sésamo a las Américas en los años 1600.
Hoy en día, el aceite de sésamo es considerada una de las más importantes fuentes de grasa en las dietas de los países africanos. También es utilizado por sus propiedades aromáticas para preparar perfumes tradicionales. En Nigeria, se utilizan extractos de hojas de sésamo para tratar enfermedades de la piel, tal como infecciones. En Tanzania, país del oriente africano, se reporta que el aceite de sésamo (hervido con resinas) ha sido utilizado por sus efectos antimicrobianos en el tratamiento de la esquistosomiasis (una infección por parásitos). En Mozambique se toma el jugo de la planta de ajonjolí por sus efectos afrodisíacos, mientras que las semillas se toman principalmente para estimular la menstruación y por su efecto abortivo. En la Costa de Marfil se exprimen las hojas de sésamo para hacer un jugo o zumo que se toma para ayudar en el parto (en la expulsión de la placenta). En el norte de África (Marruecos), las semillas de ajonjolí son tomadas por sus efectos hipnóticos (para tratar el insomnio) y para aumentar el flujo de leche materna.
Ayurveda: En el Sushruta Samhita, un texto de la medicina ayurvédica escrito en sánscrito, el aceite de ajonjolí es considerado el “más meritorio” entre los aceites y se recomienda para las heridas, quemaduras y mordeduras de animales o insectos. En el Ayurveda se recomienda la aplicación regular tópica de aceite de sésamo con el masaje para promover la salud en general. En el Ayurveda, los aceites medicados son preparados mediante la cocción prolongada del aceite de sésamo con una masa pastosa de hierbas y una infusión de hierbas. Los médicos ayurvédicos modernos en todo el mundo han utilizado el aceite de sésamo para tratar diversas enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades del hígado (hepatitis), la diabetes y las migrañas. Suponen que la aplicación de aceite de sésamo al cabello oscurece el color del pelo. También se utiliza para evitar las canas, así como la pérdida del cabello.
Medicina del Caribe: En Cuba, el aceite de sésamo se utiliza tradicionalmente por sus supuestas propiedades para aumentar el flujo de leche materna. En Haití se toman infusiones de las semillas secas de ajonjolí como un tratamiento para el asma o para los cólicos. En la República Dominicana, el sésamo es un remedio tradicional para el resfriado.
Medicina China y del Este / Sudeste Asiático: Se reporta que, durante 3.000 años, las semillas de ajonjolí se han utilizado en China como alimento y medicina, y en la producción de tinta para la caligrafía. El sésamo se incluyó en el texto de la antigua farmacopea china Clásico de la Materia Médica para el Agricultor, que fue escrito hace unos 2.500 años. En la medicina china tradicional, se han utilizado las flores secas de sésamo para curar la alopecia, la congelación, el estreñimiento (ya que el aceite de sésamo es laxante), y las verrugas. Según fuentes secundarias, el aceite de ajonjolí ha sido un remedio tradicional chino para los trastornos dentales y periodontales (como el dolor de muelas y las enfermedades de las encías), desde el cuarto siglo AC. Las semillas molidas de ajonjolí se han utilizado por vía tópica para el tratamiento de picaduras de insectos y quemaduras en la piel desde el octavo siglo AC. Los chinos también se aplicaban una cataplasma de sésamo en la piel para tratar numerosas enfermedades, incluyendo trastornos de la piel (por ejemplo, las heridas y la psoriasis) y trastornos de la articulación (como la inflamación de las articulaciones). Creen que las semillas de ajonjolí (ya sea consumidas o aplicadas sobre el cuero cabelludo) previenen la pérdida del cabello. Los extractos de las semillas de sésamo en agua caliente se utilizan para tratar una amplia gama de condiciones, incluyendo la disfunción sexual (como la impotencia) y la tuberculosis. También se utiliza el ajonjolí por sus “efectos tónicos” para promover la función saludable del hígado y para prevenir síntomas de la menopausia (como sequedad vaginal) en las mujeres. En el oeste de China (Tíbet), se dice que el sésamo promueve el aumento de peso en los demasiado delgados y también que ayuda a evitar la obesidad en las personas con sobrepeso. El sésamo es también tiene usos medicinales en otros países asiáticos, como Corea y Japón, en donde se consume el aceite de sésamo para la salud general. En Corea, el extracto de la semilla se utiliza para estimular la menstruación y por su efecto abortivo. En el sudeste de Asia, el sésamo se considera un tónico general. En Malasia, las infusiones de semillas de sésamo son tomadas para estimular la menstruación y por su efecto abortivo, mientras el aceite de la semilla se da por sus efectos afrodisíacos en los hombres, y para estimular la menstruación en las mujeres.
Medicina Europea: Se ha escrito que el aceite de sésamo fue traído a Europa de la India en el primer siglo AC. Otros textos afirman que el aceite de sésamo se producía en Urartu (ahora Armenia) desde los 1950 AC. De acuerdo con fuentes secundarias, los antiguos griegos consumían las semillas de sésamo por sus efectos estimulantes y para aumentar la energía y mejorar el rendimiento atlético. En la medicina Unani (una escuela de medicina basada en la filosofía griega y adoptada por las culturas árabe e india), se cree que el ajonjolí tiene efectos anticonceptivos – se aplican semillas secas de sésamo o aceite de sésamo en el pene antes del coito para evitar la concepción. En Europa, tradicionalmente, el aceite de sésamo es tomado por su supuesta capacidad de estimular la menstruación. En los países de Europa occidental, el ajonjolí supuestamente se toma tomada como laxante y para el tratamiento de la disentería.
Medicina Latinoamericana: El sésamo es uno de los cultivos de semillas oleaginosas más importantes en América Latina, incluyendo en Venezuela, donde se utiliza para tratar la tos. En México se toman las semillas de sésamo para promover la lactancia.
Medicina del Medio Oriente: La frase “ábrete sésamo” se refiere a la tendencia de las semillas de sésamo de abrirse cuando están maduras, y fue utilizada por primera vez en el libro árabe Las Mil y Una Noches. Ali Baba, el personaje principal del libro, utilizaba la frase como una contraseña que abría la entrada secreta de una cueva. El ajonjolí se utilizaba en Asiria, alrededor del año 700 AC. Se dice que el vino de sésamo era bebido por los dioses asirios antes de crear la Tierra. Un remedio tradicional árabe para los resfriados y la tos es el aceite de sésamo cocinado con cebollas rojas y huevos. En Irán, el aceite de sésamo se toma como laxante por vía oral. En Jordania, el aceite de semillas de ajonjolí se toma por vía oral para estimular el flujo de leche materna y para suprimir la tos.
Medicina occidental a base de hierbas: Supuestamente el ajonjolí era un remedio tradicional Cherokee para la diarrea, la disentería, el cólera y las enfermedades ginecológicas. También fue utilizado como un laxante. Hoy en día, el aceite de sésamo se utiliza en masajes corporales, como un tratamiento para el cabello, y en la elaboración de alimentos. Una bebida emoliente a base de hojas de sésamo se utiliza para tratar el cólera, el catarro, y los trastornos gastrointestinales en el sur de los Estados Unidos.
Medicina de Asia del Sur: Se cree que el sésamo se cultivó en la India desde los 2000 años AC. Actualmente se usa ampliamente para fines medicinales y cosméticos. El aceite de sésamo se ha utilizado tradicionalmente como un suplemento de salud en la India y Pakistán para tratar varias condiciones médicas. Según fuentes secundarias, se considera obligatorio en algunas partes de la India un baño de aceite de sésamo seguido por un auto-masaje por lo menos una vez por semana para reducir el calor del cuerpo y la fiebre. En la India, los buches de aceite de sésamo son un remedio popular para prevenir las enfermedades dentales y periodontales (como las caries, el mal aliento, y el sangrado en las encías). Se dice que las propiedades calmantes del aceite de sésamo alivian la sequedad o irritación de la garganta, y que sus propiedades emolientes apoyan su uso como una crema hidratante para los labios agrietados. De acuerdo a la Farmacopea de la India, la semillas de sésamo tienen potentes propiedades para la promoción de la lactancia y que son efectivas para tratar la amenorrea y otros trastornos menstruales. También se han utilizado tradicionalmente en la India las semillas de ajonjolí por sus supuestos efectos abortivos. La medicina popular de la India también utiliza el aceite de sésamo para el tratamiento de la ansiedad, el insomnio, los trastornos de la piel (por ejemplo, las heridas o la psoriasis), los trastornos de las articulaciónes (como la inflamación de las articulaciones o la artritis), y para efectos diuréticos y anticonceptivos. Se toman grandes cantidades de aceite de sésamo por vía oral como laxante. Los extractos de la semilla se toman por vía oral para el tratamiento de trastornos oculares, del cabello prematuramente canoso, de las úlceras, de los trastornos de la piel, de los trastornos gastrointestinales (la bilis) y para promover la lactancia. Según fuentes secundarias, las semillas de sésamo blanco producen la mayor cantidad de aceite, aunque en la India se cree que semillas de sésamo negro producen el mejor aceite para curar las heridas. Para los trastornos de la piel, a menudo se mezcla el aceite de sésamo las semillas del comino negro (Nigella sativa). En Nepal, se está introduciendo el aceite de sésamo como una alternativa al aceite de mostaza para el masaje tradicional de los recién nacidos y para ayudar en el parto. En Nepal, también se embarra el aceite de sésamo alrededor de la apertura del útero por sus supuestos efectos abortivos.
Medicina veterinaria: La harina de semillas de sésamo y los productos derivados de la producción de sésamo, como la cáscara del ajonjolí, se utilizan como una fuente de proteína en la alimentación de pollos, pavos, peces, carneros y cerdos. El aceite de sésamo se utiliza como base para los aceites esenciales repelen a las pulgas y otras plagas en los collares antipulgas para mascotas.
Imagen © iStock / Savany
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