Las enfermedades asociadas al estrés llegan hasta los dientes. ¿Has escuchado hablar del bruxismo? Aquí te contamos qué es y cómo combatir esta condición que, entre otras cosas, puede provocar dolores de cabeza, insomnio y problemas en la articulación de la mandíbula.
Tanto puede afectar el estrés al cuerpo que hasta es posible que lo sientas en los dientes. ¿Cómo puede ser? Pues trata de hacer memoria. ¿Alguna vez te has encontrado apretando un objeto con la mayo con mucha fuerza, o moviendo un pie o una pierna a gran velocidad? Imagina qué pasaría si estuvieras repitiendo esa misma acción continuamente, todo el tiempo, durante mucho tiempo.
Con seguridad tus músculos y huesos te comenzarán a doler y a desgastarse más de lo normal. Lo mismo ocurre en tu boca cuando tienes bruxismo, una condición que se caracteriza por apretar con fuerza los dientes o rechinarlos de un lado al otro sin que te des cuenta. Se trata de una condición vinculada al estrés (en los adultos, ya que en los niños suele estar relacionado con el crecimiento y desaparece antes de cambiar a sus dientes definitivos).
Muchas personas aprietan y rechinan sus dientes de vez en cuando, y eso no necesariamente les causa un problema para la salud. Pero cuando esto se hace constantemente y no se combate, con el tiempo puede provocar síntomas como:
- Dolores de cabeza.
- Sensibilidad en los dientes a las cosas frías, calientes o dulces.
- Dolor y desgaste de los dientes, que a largo plazo pueden perder el esmalte, picarse (desarrollar caries), quebrarse y aflojarse. ¡En algunos casos, hasta puedes perderlos!
- Desgaste de las encías
- Dolor e inflamación de la mandíbula al presionar demasiado sus músculos y tejidos. Con el tiempo pueden derivar en problemas de la articulación temporo-mandibular (ATM), es decir, problemas para abrir adecuadamente la mandíbula, ya sea para comer o simplemente para hablar o bostezar.
- Dolor en la cara y/o en los oídos (esto último, debido en parte a que las estructuras de la ATM están muy cerca del conducto auditivo externo).
- Insomnio y/o depresión.
¿Cómo puedes saber si tienes bruxismo?
Toma nota de las siguientes claves para detectar si tienes esta condición:
- Pregúntate si tienes dificultad para abrir tu boca al despertar o si escuchas un sonido de “clic” al abrir tu boca por primera vez en la mañana. Si es así, puede ser bruxismo.
- Piensa si sientes dolor de dientes, de mandíbula, de cabeza o de oído con frecuencia, especialmente en las mañanas al despertarte. De ser así, es posible que estés haciendo presión durante la noche sin darte cuenta.
- Si has notado o alguien te ha dicho que tus dientes tiene signos de desgaste, es posible que los estés rechinando sin darte cuenta.
- Si sientes que tienes los oídos tapados o escuchas un zumbido en uno o ambos oídos, puede que no sea un problema de audición sino una secuela de que estás apretando los dientes por la noche.
- Para confirmar, pregúntale a tu pareja si haces ruido con los dientes por la noche.
Además, recuerda que la mejor forma de darte cuenta si estás apretando o rechinando los dientes en los momentos menos esperados es tratar de estar consciente de que lo estás haciendo: por ejemplo, cuando estás escribiendo frente a la computadora, conduciendo tu auto o caminando. Ahora bien, supongamos que después de poner en práctica estas sugerencias has descubierto que posiblemente tienes bruxismo…
¿Qué puedes hacer para aliviarlo?
Antes que nada, no te desesperes ni aumentes tu tensión debido a esto, ya que existen distintos tratamientos para tratarlo.
En general, el odontólogo (dentista) te indicará que uses una placa o guarda mientras duermes. Las hay de distintos tipos y, en general, se mandan a hacer a la medida exacta de tu boca. También podría recomendarte que hagas algunos ejercicios y terapia física. Asimismo, otras prácticas que pueden ayudarte a reducir o controlar el bruxismo son:
- Aprende a relajar los músculos de la cara y la mandíbula durante todo el día.
- No muerdas lapiceros, lápices ni nada que no sea comida. Tampoco comas chicle o goma de mascar todo el tiempo.
- Limita el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, ya que estas sustancias pueden ayudar a que el bruxismo empeore.
- Evita comer alimentos duros como nueces, dulces o filete.
- Bebe suficiente agua y duerme bien (de 7 a 9 horas por noche).
- Trata de reducir el estrés. Cualquier estrategia que te ayude será útil, ya sea leer, hacer ejercicio, escuchar música o practicar yoga o técnicas de respiración.
- Si tienes dolor, puedes colocarte frío o calor local (durante 10 o 15 minutos) para aliviar los músculos adoloridos.
Si las molestias no se detienen o tienes dudas sobre este tema, no dejes de consultar con un especialista que pueda indicarte el tratamiento más apropiado para ti. Y ahora que tienes esta información, no dejes que el estrés afecte tus dientes.
Imagen © iStock / apomares
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