jueves, 30 de julio de 2015

Los fármacos más novedosos y fáciles de administrar no siempre son la mejor alternativa

Electrocardiogram

Hay que prestar atención al considerar los anticoagulantes, especialmente con los ancianos

Si usted tiene más de 75 años y toma anticoagulantes, el medicamento antiguo puede ser la norma de oro, determinaron los investigadores de la Mayo Clinic y sus colaboradores.

En un estudio publicado por internet en el medio profesional The BMJ, un equipo de investigadores de la Mayo Clinic junto con sus colaboradores demostraron que en los pacientes ancianos, especialmente en las personas mayores de 75 años de edad, el riesgo de sangrado gastrointestinal aumenta entre 3 y 5 veces con los nuevos anticoagulantes, el dabigatrán o el rivaroxabán, comparado frente a la warfarina.

Una de las razones más comunes por las que las personas toman anticoagulantes, o sea los medicamentos que disminuyen la tendencia del cuerpo a formar coágulos, es para reducir la posibilidad o la gravedad de las complicaciones de los coágulos en los pacientes con fibrilación auricular o tromboembolismo venoso quienes tienen mucho más riesgo de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y coágulos en los pulmones y piernas que pueden conducir a discapacidad o muerte.

Tomar anticoagulantes disminuye la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular y otras complicaciones fruto de los coágulos, pero conlleva un grupo diferente de riesgos, uno de los cuales es de sangrado excesivo debido a la reducida capacidad de formar coágulos sanguíneos. En particular, un sangrado gastrointestinal excesivo puede en sí mismo ser mortal.

Desde la década de los años 50, la warfarina ha sido administrada como un anticoagulante eficaz; pero debido a su poderosa y larga acción, es necesario realizar análisis de sangre con regularidad a fin de controlar sus efectos.

Los medicamentos más novedosos (el dabigatrán y el rivaroxabán) surten igual efecto que la warfarina para prevenir coágulos sanguíneos y reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular u otras complicaciones de un coágulo, pero no requieren el mismo control. Ese conveniente factor ha llevado al incremento de las recetas médicas para estos nuevos fármacos en reemplazo de la warfarina.

Sin embargo, la conveniencia no es el único factor que interviene en esta ecuación, dicen los investigadores.

“Los nuevos anticoagulantes realmente se han vuelto populares entre los pacientes que antes tenían sólo una alternativa de anticoagulante oral”, comenta la autora principal Dra. Neena Abraham. “Estos medicamentos reducen en gran medida las visitas al médico para control y son mucho más convenientes desde el punto de vista del paciente, pero pueden no ser la alternativa ideal para todos”.

Ante tantas alternativas de tratamiento disponibles, los médicos y los pacientes pueden tener dificultad para descartarlas y llegar a la “alternativa correcta”. El presente estudio ayuda a identificar la alternativa que parece ser mejor para las personas mayores.

“Gracias a que en nuestro estudio utilizamos los datos nacionales y del mundo real del Depósito de Datos de Laboratorio de Optum, fue posible determinar cuáles personas mayores de 75 años que toman dabigatrán o rivaroxabán en lugar de warfarina corren mucho más riesgo de sangrado gastrointestinal que los pacientes menores”, explica la Dra. Abraham. “Nuestros resultados definitivamente identifican un riesgo etario significativo que amerita la consideración del médico al momento de recomendar un tratamiento”.

“Se observó también que en los pacientes menores de 65 años, los nuevos fármacos parecen conllevar menos riesgo de sangrado gastrointestinal. Sin embargo, eso cambia a partir de los 65 años y los riesgos empiezan a aumentar hasta llegar a superar el peligro de sangrado intestinal de la warfarina hacia los 76 años”.

Los investigadores dicen que este estudio es único porque analiza a los adultos de toda edad que toman anticoagulantes y por tanto, permite entender mejor cómo funcionan estos nuevos fármacos en un grupo más amplio de gente.

Este es uno de varios proyectos continuos del Centro Robert D. y Patricia E. Kern de la Mayo Clinic para la Ciencia de Brindar Atención Médica, institución que busca mejorar la experiencia de los pacientes con el cuidado de la salud.

Otros coautores del estudio son el Dr. Sonal Singh y el Dr. G. Caleb Alexander de Johns Hopkins, Herbert Heien, Lindsey Haas y el Dr. Nilay Shah de la Mayo Clinic y los Laboratorios Optum, así como el Dr. William Crown de los Laboratorios Optum.

 

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Imagen © Thinkstock / Ocskaymark



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