martes, 21 de julio de 2015

¡Socorro, mi niño no se queda quieto! ¿Será Hiperactivo?

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Si tu hijo(a) es hiperactivo(a), tiene problemas de conducta, le cuesta concentrarse y no puede permanecer más de cinco minutos sentado(a) cuando hace la tarea, no te desesperes, quizás solo sea cuestión de buscar la solución correcta. ¿Sabes de qué se trata el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad? Es una condición de salud relacionada con el comportamiento, que puede ser tratada con buenos resultados. Aquí te contamos más detalles para que puedas asesorarte y encontrar el tratamiento adecuado para tu niño o niña.

Es cierto, es normal que los niños se distraigan en una clase aburrida, que interrumpan las conversaciones, que se olviden de las tareas escolares y hasta que hagan travesuras que pueden ser arriesgadas, de vez en cuando. Pero cuando estas cosas ocurren tan a menudo que llegan a interferir en sus emociones, en su manera de relacionarse con los demás y en su capacidad para estudiar y aprender, entonces estás ante un problema.

Tomasito siempre fue el inquieto de la clase, era un niño problemático y siempre volvía a casa con alguna anotación de su maestra debido a su que se portaba mal. En la casa, Tomasito no se quedaba quieto y no podía quedarse más de 2 minutos haciendo lo mismo: primero ver televisión, después jugar con su mascota, luego ir a buscar algo a la cocina y molestar a su hermana, sentarse a hacer la tarea y quitarle la computadora a papá para ponerse a jugar, no más de 5 minutos porque nuevamente ya está en la cocina dispuesto a ayudar a mamá. ¡Incansable!

Otras veces, incluso, Tomasito asustaba a sus padres con impulsos que llegaban a ser peligrosos, como salir corriendo de repente y cruzar la calle sin mirar… Sus padres ya no sabían qué hacer con él, hasta que escucharon hablar del llamado Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), un problema del comportamiento que se caracteriza, básicamente, por falta de atención, hiperactividad e impulsividad.

Hasta el momento, no se conocen las causas que causan este problema, que se da tres veces más en varones que en niñas. Se considera que un niño tiene Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) si los síntomas persisten por más de seis meses. El trastorno puede también afectar a los adolescentes y a los adultos.

¿Pero cuáles son esos síntomas? Depende, ya que varían de acuerdo al tipo de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad del que se trate: hiperactivo-impulsivo, desatento o combinado.

Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad hiperactivo-impulsivo son muy activos y a menudo actúan sin pensar (pueden sorprenderse al encontrarse en una situación peligrosa y posiblemente no sepan cómo salir de ella). Entre los signos de este tipo de TDAH se encuentran:

  • Ser inquieto e incapaz de permanecer sentado.
  • Correr constantemente y subirse a todos lados.
  • Entrometerse e interrumpir a los demás cuando están hablando o jugando.
  • Incapacidad de jugar tranquilo.
  • Responder de manera abrupta o inesperada, aún antes de que terminen de formular la pregunta.
  • Hablar mucho y estar siempre en movimiento.
  • Ser impaciente y con problemas para esperar su turno.

En el caso de los niños(as) con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad inatento o desatento, no pueden mantenerse enfocados en una tarea o actividad, incluso en los juegos. Por ejemplo:

  • Se distraen fácilmente.
  • No ponen atención a los detalles y les cuesta seguir instrucciones.
  • Se olvidan de las actividades diarias
  • No pueden organizar sus tareas y sus actividades.
  • Tienden a evitar las actividades que requieren esfuerzo mental.
  • Suelen perder objetos, como juguetes, cuadernos o deberes escolares.
  • Tienen problemas aparentes de audición.

El caso de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad combinado se da cuando los niños(as) no son atentos, son impulsivos y demasiado activos, tienen los síntomas de los dos tipos que te hemos contado más arriba.

En todos los casos, estas conductas pueden hacer que los niños(as) tengan problemas reales en el hogar y en la escuela, lo que hace que muchas veces se sientan ansiosos, inseguros y deprimidos, aunque estos sentimientos no son síntomas de TDAH sino que se generan por que tienen problemas recurrentes con los demás.

Por todo esto, criar a un niño o niña con este trastorno del comportamiento resulta un verdadero desafío. Antes de estallar o de desesperarte, recuerda que no hacen las cosas por maldad ni con mala intensión, sino que tienen dificultad para controlar su conducta si no reciben un tratamiento adecuado.

En general, los médicos siguen lo que se denomina un enfoque multimodal, es decir que utilizan diferentes métodos combinados para un paciente que incluyen: medicamentos, asesoramiento familiar e individual, ejercicio,  y cambios en la escuela para abordar estilos de aprendizaje especiales.

La buena noticia es que con un buen tratamiento es posible mejorar mucho esta situación y potenciar las cualidades de estos niños o niñas. Busca ayuda profesional, con ella, sumada a tu amor y mucha paciencia, tu niño(a) y tu familia podrán llevar una vida de mejor calidad y más sana.

 

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2011.

Imagen © iStock / onfilm

 



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