miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las enfermedades de transmisión sexual (Parte 2)

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Diagnóstico y prevención

En la primera parte de esta serie hablamos de qué tan comunes son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los mitos que existen en relación a ellas. Aquí encontrarás lo que debes hacer si sospechas una ETS, y cómo puedes prevenirlas.

Una enfermedad de transmisión sexual, como su nombre lo indica, se adquiere de tener contacto sexual.  En algunos casos, la puede adquirir un bebé a través del embarazo o el parto si la madre está infectada. O se puede adquirir a través de una transfusión sanguínea (debido a sangre contaminada) o de una aguja o jeringa contaminada (en el caso de las personas que usan drogas o se hacen tatuajes, por ejemplo).

Como mencionamos en la columna anterior, algunas personas no tienen síntomas, y en los que sí los tienen, los signos y síntomas pueden variar dependiendo de la infección y pueden durar días o más dependiendo del microorganismo que la cause.

¿Qué debes hacer si sospechas una ETS?

Si tienes cualquier razón por la cual sospechas que podrías tener una enfermedad de transmisión sexual, busca ayuda de inmediato. La mayoría de las enfermedades venéreas se pueden curar o como el VIH, el herpes o el VPH, se pueden controlar. Presta atención a tu cuerpo. Que no te dé pena. En los Estados Unidos y en algunos otros países, los menores se pueden tratar sin que requieran permiso de los padres — los profesionales respetan su confidencialidad y quieren ayudarlos. Explica cuáles son tus síntomas o preocupaciones y coopera con el tratamiento. Entre más pronto te atiendas, menor será el riesgo de que desarrolles un daño permanente.

El diagnóstico y el tratamiento generalmente no son dolorosos o caros. Para el tratamiento podrías:

  • Consultar a tu médico
  • Ir a una clínica especializada (el Departamento de Salud Pública en tu ciudad podría referirte)
  • Ir a una agencia de salud en tu comunidad ( una clínica de planeación familiar o los servicios de salud escolar podrían referirte)
  • Acudir a un hospital o clínica para diagnóstico o tratamiento

Lo importante es que recibas tratamiento.

¿Qué debes hacer si tienes una ETS?

Si padeces de una enfermedad de transmisión sexual:

  • Dile(s) a tu compañero(s) sexual(es) para que se cheque(n) de inmediato. Dile el nombre de la enfermedad que tienes y quizá que él, ella, ellos, ellas tengan, aunque no tengan síntomas.
  • Sigue las recomendaciones de tu médico al pie de la letra. Asegúrate de regresar a la consulta para que verifiquen que el tratamiento está funcionando.
  • Abstente de tener relaciones sexuales hasta que tu médico te diga que puedes hacerlo.
  • Si no quieres decirle a tu pareja(s) sexual(es) tu mismo(a), ayuda para que las autoridades sanitarias puedan notificarle(s). Recuerda que le(s) estará(s) haciendo un favor y disminuyes tus propias posibilidades de re-infección.

¿Cómo se puede prevenir una ETS?

Desde luego que, así como el SIDA, podemos prevenir las otras enfermedades de transmisión sexual y esto es lo ideal. Lo único que proporciona un 100% de protección es la abstinencia (el no tener contacto sexual) o cuando 2 personas que no están infectadas tienen contacto sexual únicamente entre ellas. De no ser así, hay ciertas cosas que puedes hacer para disminuir tu riesgo.

  • Usar preservativo o condón de látex. Funciona como una barrera si se utiliza cada vez y correctamente. Asegúrate de no usar un lubricante con aceite ya que puede hacer que el condón falle.
  • Usar un dique dental de látex correctamente (en los casos en los que los condones no se aplican) como en el caso del sexo oral. Y no usar un lubricante con aceite.
  • Limita y conoce a tus contactos sexuales. Evita tener relaciones sexuales con una persona que tenga una enfermedad venérea hasta que se cure. Ambos en la pareja pueden hacerse un examen para el VIH antes de tener relaciones sexuales. Pero recuerda que no existen exámenes buenos para el herpes, ni para el VPH en los hombres.
  • Vacúnate contra el VPH y la hepatitis B antes de empezar a tener relaciones sexuales.
  • Si tienes relaciones con alguien en alto riesgo de estar infectado con el VIH, habla con tu médico acerca de tomar Truvada. Esta medicina sólo es adecuada para las personas que no están infectadas con el VIH o el virus de la hepatitis B. Se debe de tomar a diario y de todas formas se debe de usar un preservativo o condón.
  • Si eres hombre y crees que podrías estar en riesgo de contraer VIH, VPH o herpes, además de usar condón, habla con tu médico acerca de la posibilidad de hacerte una circuncisión. Hay estudios que sugieren que la circuncisión disminuye el riesgo del contagio en un 60%.
  • Desde luego, evita tomar bebidas alcohólicas en exceso o usar drogas para que siempre estés en control de tus acciones.

Nadie espera enfermarse, pero podría suceder, y es importante tener seguro médico. Si vives en Estados Unidos y ya lo tienes, estupendo. Si no lo tienes todavía y te preocupa el costo, quizá califiques en alguna de las opciones de cobertura médica para las personas de bajos ingresos como Medi-Cal o Medicaid. Puedes obtener información en una de las agencias de departamentos humanos de tu localidad. Si vives en California puedes obtener información en http://ift.tt/1EP95Al. En el resto del país visita http://ift.tt/17ALbuh.

También puedes visitar el intercambio de seguros médicos de tu estado. En California puedes ir a www.CoveredCA.com/es o llamar al 1-800-300-0213. Los centros comunitarios de salud en tu comunidad podrían ayudarte a tener acceso a servicios médicos si no calificas para un programa de cobertura de salud, en California podrías encontrar un centro de salud enhttp://ift.tt/1GmllqG.

 

Imagen © iStock / Aaltazar



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