Pero no todas son iguales: hay que saber escoger
Si eres de las personas que están en la onda de llevar una dieta sin grasa, vale la pena que evalúes tu posición. Las grasas que contienen ciertos alimentos, no sólo no son malas para la salud, sino que proporcionan beneficios. La clave es identificar el tipo de grasa, qué alimentos las contienen y la cantidad que te conviene comer para que te ayuden en vez de que te perjudiquen. No dejes de leer esta columna.
Cuando oyes la palabra grasa, es probable que de inmediato hagas una asociación negativa en tu mente, y la relaciones con sobrepeso, colesterol alto en la sangre, enfermedades cardíacas, etc. Sin embargo, hay que saber distinguir las grasas buenas de las malas, pues eliminar las grasas buenas de nuestra dieta, puede resultar tan perjudicial para la salud como el consumo de las grasas malas.
El consumo de grasas beneficiosas en tu dieta es indispensable para tener una buena salud, puesto que son esenciales para que el cuerpo pueda funcionar. Por ejemplo, algunas vitaminas necesitan de la grasa para poder absorberse, pasar a la sangre y así poder nutrir tu cuerpo.
Las grasas saludables son las monoinsaturadas y las poliinsaturadas (el aceite de oliva, el aguacate o palta, las almendras, los pescados grasos — que contienen ácidos grasos Omega-3 –, por nombrar algunos ejemplos) y que son líquidas a la temperatura ambiente. Las grasas malas, en cambio son las saturadas y las grasas trans (la margarina, la mantequilla, la grasa animal –proveniente de la vaca y del cerdo-) y que son sólidas a la temperatura ambiente.
¿Por dónde puedes empezar a entender cuáles alimentos con grasa buena puedes incorporar a tu dieta? Muchas personas se confunden con tanta información. Para hacerlo más fácil, un informe reciente de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics) en Estados Unidos publicado en la revista de dicha Academia, proporciona una guía práctica para que tanto los especialistas como el público en general, tengan una idea clara de cuáles son las grasas que deben consumir diariamente para mantenerse sanos. Recuerda que ciertos tipos de grasa como los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son indispensables para vivir, así que evita las dietas sin grasa. Presta atención:
- Para los ácidos grasos Omega-3, indispensables para la salud del corazón y el cerebro, consume pescados grasos de agua fría como el salmón, la caballa, la semilla de lino o linaza, las nueces y el aceite de lino.
- Para obtener grasas monoinsaturadas, también indispensables para la salud cerebro vascular, consume aceite de oliva, aguacates (paltas), aves, nueces y semillas.
- Para obtener grasas poliinsaturadas, igualmente importantes para la salud cardiovascular, consume aceites de origen vegetal, aceites de las nueces, aves, nueces (frutos secos) y semillas.
El informe indica que los adultos sanos deben consumir entre un 20 y un 35 por ciento de sus calorías del día de la grasa (es decir, de 44 a 78 gramos de grasa al día basados en una dieta de 2,000 calorías), aumentar el consumo de los ácidos grasos Omega-3 y limitar el consumo de grasas trans y saturadas (que son las grasas malas).
Recuerda que tanto la cantidad de grasa (cuánta consumes) como el tipo de grasa (qué alimentos consumes) en tu dieta pueden tener un impacto positivo o negativo en tu salud y en el riesgo que tienes de desarrollar ciertas enfermedades.
Si tienes dudas acerca de tu dieta o cómo lograr que sea variada y equilibrada, consultar a un profesional calificado (idealmente, un dietista o nutricionista registrado).
Imagen © iStock.com / artJazz
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