Los postres y los dulces son la debilidad de muchas personas. Si tienes diabetes, tal vez pienses que no puedes probar un dulce nunca más. ¡No es cierto! Los postres y los dulces pueden seguir siendo parte de tu vida si aprendes a incorporarlos de una manera inteligente en tu dieta. ¡Toma nota!
Que comer dulces es la causa de tener diabetes, es tal vez uno de los mitos más grandes que existen cuando se trata de esta condición. Piénsalo: cada vez que alguien menciona que tiene diabetes o hace alusión a esta enfermedad, de inmediato se hace la conexión con los alimentos altos en azúcar y se piensa que hay que eliminarlos totalmente de la dieta.
Sin embargo, es hora de acabar con ese mito: las investigaciones demuestran que comer alimentos que contienen azúcar no es la causa directa del desarrollo de la diabetes tipo 1 o la tipo 2. Sobre la diabetes tipo 2, la causa es clara: se desarrolla por comer en exceso y tener sobrepeso, a lo que se le suma un componente genético, ya que se tiene la predisposición. Así que no importa si lo que comes es pasteles dulces o papas fritas, si es demasiado, ganarás peso y eso hará que aumentes tus probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Este no es el caso en la diabetes tipo 1 en donde en realidad es un problema autoinmune, ya que por alguna razón hay anticuerpos que destruyen las células beta que se encuentran en el páncreas que son las que producen la insulina. Aquí se piensa que quizá haya virus que intervengan en la destrucción de las células. Pero sabemos que la diabetes tipo 2 es mucho más frecuente.
Ahora, tener diabetes no significa, entonces, que debas eliminar los dulces y postres de tu vida totalmente. Pero tampoco significa que puedas abusar de ellos. Entonces ¿qué puedes hacer?
Las investigaciones sobre la diabetes y cómo se mantienen los niveles de glucosa en la sangre dentro de rangos saludables, hablan de que no es tanto el tipo de carbohidrato que consumes lo que tiene un efecto considerable, sino más bien, la cantidad que consumes. Puedes sustituir los alimentos de acuerdo a la cantidad de carbohidratos que contienen, ajustando sus porciones, para mantener tu glucosa estable. Por eso, a la hora de los postres, que muchas personas con diabetes se preguntan si tendrán que eliminar, debes tener en cuenta que los postres y, en general, los alimentos hechos con azúcar refinada o procesada, contienen un alto contenido de azúcar en una pequeña porción.
Recuerda que los alimentos con azúcar (además de los que tienen almidones y fibra), son carbohidratos y que los carbohidratos son necesarios para que el cuerpo tenga energía. Los carbohidratos simples son los que por lo general están presentes en los postres que tanto te gustan y en general, no son recomendables para tu dieta porque proporcionan muchas calorías y aportan poco valor nutritivo. Además, son los que se absorben más rápidamente en el cuerpo y por consiguiente, tienen un efecto rápido subiendo el nivel de la glucosa en tu sangre: pueden elevarla más de lo que es saludable para quien tiene diabetes.
Así que tienes que ser “inteligente” a la hora de elegir el tipo de postre y cuándo lo comerás. Es una buena idea que guardes los postres y que disfrutes esos dulces en ocasiones especiales. Concéntrate en llevar una dieta balanceada y rica en fibra y considera ciertas estrategias para no privarte de las deliciosos dulces que te hacen agua la boca:
- Come algo nutritivo y equilibrado como un plato fuerte para que no tengas mucha hambre al final. Comparte el postre con alguien. Una cucharadita es suficiente para darte el gusto y que no afecte tu salud.
- Elige los postres hechos con leche baja en grasa y sin azúcar.
- Haz que una fruta sea tu postre: las frutas son ricas en azúcar y puedes combinarlas con yogurt o helado bajo en grasa para calmar tu tentación.
- Evita los edulcorantes (los sustitutos del azúcar que pueden ser naturales o sintéticos). Elige los endulzantes naturales como stevia.
- Recuerda: la clave es mantener tus niveles de glucosa dentro de los rangos saludables. Puedes sustituir porciones pequeñas de dulce por otros alimentos que contienen carbohidratos (galletas, cereal, frutas, yogurt, entre otros).
Cualquiera que sea el plan de alimentación que estés siguiendo (ya sea: contar carbohidratos o el sistema de intercambio), habla con tu médico para que te oriente acerca de la mejor manera de incorporar los postres y los dulces en tu vida. Cada caso es diferente y lo que es bueno para una persona con diabetes, tal vez no lo sea tanto para otra: depende de su nivel de control de la enfermedad y de si tiene complicaciones o no.
La buena noticia es que por tener diabetes no tienes que eliminar los dulces y los postres totalmente. Simplemente, debes aplicar tu sabiduría, comerlos en porciones pequeñas y guardarlos para ocasiones especiales. Así los disfrutarás más. ¿No crees?
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2012.
Imagen © iStock / londoneye
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