viernes, 22 de mayo de 2015

7 formas de proteger tu corazón si tienes diabetes

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Si padeces de diabetes, ¡cuídate de los problemas cardíacos! Los diabéticos tienen el doble de riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que los que no tiene diabetes, pero por suerte hay medidas que puedes tomar para disminuir tus probabilidades de desarrollar complicaciones.

La diabetes por sí sola es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardíaca. Con el paso del tiempo, los niveles elevados del azúcar en la sangre van dañando los vasos sanguíneos en todo el cuerpo, pero especialmente del corazón y del cerebro. Como resultado, aumentan las probabilidades de que se sufra un ataque cardíaco y/o un accidente cerebrovascular.

Las enfermedades cardíacas que se presentan en los diabéticos son de dos tipos principalmente:

•  Enfermedad arterial coronaria - Es el estrechamiento lento de las arterias del corazón debido a depósitos de grasa principalmente, llamados placas. Por ejemplo, si una placa de colesterol se rompe de pronto, el bloqueo que se forma en las arterias del corazón puede provocar un ataque cardíaco.

•  Insuficiencia cardíaca - Es una condición crónica, en la que el corazón pierde su capacidad de bombear la sangre con efectividad. Sus síntomas principales son la falta de aire y la inflamación de las piernas debido a retención de líquidos. La enfermedad de las arterias coronarias mencionada anteriormente, es una de las causas principales de la insuficiencia cardíaca.

Hay factores que aumentan aun más el riesgo de los diabéticos de tener problemas cardíacos. Debes tener en cuenta los siguientes:

•  Niveles anormales de colesterol - Por ejemplo, un nivel bajo del HDL o colesterol “bueno”, o un nivel alto de LDL o colesterol “malo”. El colesterol “bueno” (HDL) saca los depósitos de grasa del interior de los vasos sanguíneos y los lleva al hígado, donde se eliminan. Un nivel bajo de colesterol “bueno” (HDL) aumenta el riesgo de tener problemas cardíacos. El colesterol “malo” (LDL) se acumula en el interior de los vasos sanguíneos, estrechando las arterias que llevan la sangre del corazón al resto del cuerpo, y puede llegar a bloquearlas. Un nivel alto del colesterol “malo” (LDL) aumenta el riesgo de desarrollar problemas cardíacos.

•  Triglicéridos - El nivel elevado de este otro tipo de grasa en la sangre, puede elevar el riesgo de enfermedades cardíacas.

•  Exceso de grasa abdominal - La cintura con una medida mayor de 35 pulgadas (88 cm) en una mujer y 40 pulgadas (102 cm) en un hombre son señales de obesidad abdominal. La grasa abdominal aumenta la producción de LDL, con sus consecuencias negativas.

•  Presión alta (hipertensión) - Es frecuente en los diabéticos, y hace que el corazón tenga que trabajar con más fuerza para bombear la sangre. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos e incrementar el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, y problemas de la vista y de los riñones.

•  Fumar. El cigarrillo duplica tu riesgo de enfermedades del corazón, porque también estrecha los vasos sanguíneos. Además, puede aumentar la posibilidad de desarrollar complicaciones, como problemas de la vista, y cuando daña los vasos sanguíneos en las piernas, aumenta el riesgo de que sea necesaria una amputación.

•  La herencia. Tener un familiar con una enfermedad cardíaca también aumenta el riesgo de desarrollar esta condición.

Por suerte, hay maneras de prevenir las enfermedades del corazón. Y para tener la seguridad de que el tratamiento que usas en la diabetes funciona bien, los expertos recomiendan los siguientes pasos:

1.  Hazte un A1C - Es un análisis de sangre que proporciona una evaluación aproximada del nivel de azúcar durante los dos a tres meses anteriores. Lo ideal es un nivel de A1C menor de 7%. Te da una idea si tu terapia está funcionando o si necesitas ajustar tu plan.

2.  Controla tu presión arterial - En general, los diabéticos deben mantener una presión arterial de 130/80 mm Hg.

3.  Controla tu colesterol - Es importante que lo mantengas a raya. La meta para los diabéticos es un LDL (colesterol de baja densidad) menor de 100 y un HDL mayor de 40.

4.  Lleva una dieta sana - Asegúrate de consumir suficiente fibra, incluyendo cereales y panes integrales, frijoles (habichuelas, porotos) frutas y vegetales. Limita la cantidad de grasas saturadas, que elevan el nivel de colesterol. Este tipo de grasa se encuentra en las carnes, la piel del pollo, la mantequilla, la manteca y los productos lácteos enteros. Y, desde luego, evita o limita también la cantidad de grasas trans que consumes.

5.  Deja de fumar - Si padeces de diabetes, aléjate inmediatamente del cigarrillo. Averigua acerca de los nuevos tratamientos para dejar de fumar, que han mostrado ser efectivos, y busca ayuda médica si no puedes abandonar el hábito por tu cuenta.

6.  Haz ejercicio - Todas las personas se benefician de la actividad física, pero especialmente los diabéticos. Asegúrate de incluir una actividad física en tu rutina diaria. Una caminata diaria es uno de las formas más fáciles y efectivas de reducir el riesgo de enfermedades del corazón. La actividad física, además, mantiene bajo control el nivel de azúcar en la sangre y la presión arterial. Sin embargo, consulta con tu médico, antes de iniciar un programa de ejercicios físicos.

7.  Pregúntale a tu médico si puedes tomar una aspirina diariamente. Algunos estudios demuestran que una aspirina de dosis baja a diario reduce el riesgo de desarrollar problemas cardíacos, pero no todo el mundo debe tomarla. Sólo tu médico puede decidir si te conviene o no.

Aunque tengas diabetes, puedes llevar una vida normal si te guías por ciertas reglas. La clave es seguir al pie de la letra las indicaciones de tu médico y tomar sin falta los medicamentos que te recete. Y, desde luego, pon de tu parte, controlando tu alimentación, vigilando tu peso y manteniendo la actividad física que se adapte a tu estado de salud.

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2013.

Imágen © iStock / DuncanL



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