Un estudio ha encontrado una estrecha relación entre la diabetes y la demencia. Las personas que sufren de diabetes tienen muchas más posibilidades de desarrollar problemas en sus funciones cerebrales, a medida que pasa el tiempo. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo y cómo cuidar algo tan delicado como tu mente.
La diabetes es una enfermedad que afecta a más de 387 millones de personas en todo el mundo. ¡Una de cada 12 personas! Se manifiesta a través de una elevación en el nivel de glucosa o azúcar en la sangre, ya que el cuerpo no produce o no utiliza de manera eficiente la insulina, que es la hormona que ayuda a transformar la glucosa en energía en el cuerpo.
Si no se controla, la diabetes puede generar diferentes problemas de salud (complicaciones de la diabetes) con el tiempo, como ceguera, insuficiencia o falla renal (en los riñones), enfermedades cardiacas, problemas de circulación y hasta la muerte. De hecho, la Organización Mundial para la Salud estima que en el año 2012, 1.5 millones de muertes fueron causadas directamente por la diabetes.
A estas complicaciones, ciertos estudios suman la posibilidad de desarrollar demencia, algo que ha sido reconfirmado a través de un amplio seguimiento desarrollado en Japón, a través del cual científicos de ese país han comprobado que las personas con diabetes tienen un riesgo significativamente más elevado de desarrollar todos los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la edición del 20 de septiembre del 2010 de la revista profesional Neurology, unos investigadores de la facultad de postgrados en ciencias médicas de la Universidad de Kyushu en Fukuoka analizaron a más de mil personas, tanto hombres como mujeres, mayores de 60 años de edad, durante once años.
La demencia en sí no es una enfermedad específica sino que se refiere a un grupo de síntomas causados por trastornos que afectan las funciones del cerebro. Por ejemplo, las personas con demencia pueden volverse incapaces de llevar a cabo actividades normales como vestirse o comer, pueden perder su capacidad para resolver problemas o controlar sus emociones, pueden tener cambios de personalidad y hasta imaginarse o ver cosas que no existen.
Otro síntoma frecuente de la demencia es la pérdida de la memoria, pero no te alarmes, muchas personas tienen este problema y no sufren demencia. Las personas con demencia tienen problemas serios con dos o más funciones cerebrales, como la memoria y el lenguaje.
La demencia puede desarrollarse debido a diferentes problemas de salud, como la enfermedad de Alzheimer o un accidente cerebrovascular o derrame cerebral (también conocido como apoplejía o ACV). Si bien no hay cura para la demencia, actualmente existen varios medicamentos que permiten tratar estos problemas y reducir los síntomas o hacer más lento el avance de la enfermedad.
Mientras tanto, ¿hay algo que puedas hacer para prevenir su desarrollo? Claro que sí, ya que si bien hay cuestiones genéticas que influyen en la demencia, también hay factores relacionados con el estilo de vida que potencian las posibilidades de sufrirla.
Por ejemplo, se considera que los adultos mayores que mantienen una vida activa y una dieta saludable, que controlan su presión sanguínea, su peso y el nivel de azúcar en la sangre, tienen menos peligro de desarrollar demencia. Esto es así ya que el cerebro, como otras partes del cuerpo, requiere estimulación y ejercicio para mantener su funcionamiento.
Ahora que tienes esta información, tienes un motivo más para incorporar hábitos de vida saludables que no sólo te ayudarán a estar sano por más tiempo sino que también pueden ayudarte a mantenerte de buen humor y con una mente bien clara.
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2010.
Imagen © iStock / Chris Gorgio
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