Si sobreviviste al cáncer, sabrás que de ahora en adelante debes cuidar tu cuerpo para mantenerlo fuerte después del tratamiento y evitar que el cáncer vuelva o aparezca uno nuevo. No debes tomar esto a la ligera, debes estar consciente y darle “una mano” a tu organismo para que se recupere y vuelva a estar totalmente sano. Aquí te contamos cómo hacer para cuidarte luego del cáncer.
Dependiendo del tipo y la gravedad del cáncer que hayas tenido, tu tratamiento pudo ser quimioterapia, radioterapia, cirugía o una combinación de estos. Durante el tratamiento tuviste que tomar ciertas medidas para estar fuerte, como alimentarte bien y tratar de mantener tus emociones dentro de un espectro positivo. Digamos que ahora ya el cáncer desapareció y estás feliz de que así sea. ¡Ganaste la batalla! Pero no por eso debes bajar la guardia. Tu cuerpo ha pasado por un gran impacto para vencer al cáncer, y es ahora cuando debes tomar las medidas necesarias para cuidarlo y evitar que suceda lo que más miedo le produce a muchos pacientes sobrevivientes de un cáncer: que la enfermedad aparezca de nuevo.
La buena noticia es que a pesar de los miedos, lo que puedes hacer para cuidarte está en tus manos. Te darás cuenta que las recomendaciones para mantener tu cuerpo sano, no son distintas a las que se le hacen a todo el mundo, incluso a las personas que nunca han tenido cáncer. Veamos de qué se tratan:
1. Haz ejercicio
El ejercitarte regularmente te hará sentir mucho mejor en todos sentidos y puede contribuir a que te recuperes más rápido. No tienes que anotarte para correr una maratón, pero sí puedes agregar actividades a tu vida progresivamente. Cosas simples como caminar media hora diaria o subir las escaleras.
Eso sí, no olvides consultar con tu médico si quieres iniciar un programa de ejercicios más intensos. Con su aprobación, puedes tener la luz verde para darle a tu cuerpo una buena dosis de movimiento. La Sociedad Americana del Cáncer les recomienda a todos los sobrevivientes de cáncer que hagan ejercicio por un mínimo de treinta minutos diarios, 5 o más días a la semana. Vas a ver que cuando empieces a ejercitarte lograrás:
- Incrementar tu fuerza y resistencia
- Fortalecer tu sistema inmunológico
- Reducir los síntomas de ansiedad, depresión y miedo
- Dormir mejor
- Reducir la fatiga
- Estar más alegre
- Tener una autoestima más elevada
Está comprobado que el ejercicio reduce las probabilidades de que el cáncer vuelva a aparecer.
2. Lleva una dieta balanceada
Los nutrientes y las vitaminas que consumas juegan un papel importantísimo en la recuperación de tu organismo. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que incluyas varias porciones de frutas y verduras, entre otros alimentos de tu alimentación diariamente.
- Come cinco o más porciones de frutas y verduras
- Selecciona proteínas bajas en grasas saturadas como huevos, pescado, carne magra, nueces, semillas y legumbres
- En cuanto a las grasas, evita los alimentos fritos o cocinados con aceite hidrogenado, grasas trans y grasas saturadas (como la carne de res o cerdo grasosa, el pellejo del pollo, etc.). Elige los alimentos que contienen ácidos grasos Omega 3 como el pescado, aceite de oliva, nueces, aguacate.
- En cuanto a los carbohidratos, opta por obtenerlos de las fuentes sanas de estos alimentos como los granos integrales, las legumbres, las frutas y los vegetales.
Antes de elegir un suplemento vitamínico, consulta con tu médico. Si bien el sentido común hace pensar que puede ser bueno, muchos estudios indican que dosis elevadas de ciertas vitaminas o suplementos pueden ser tóxicas o hacerte daño. Por eso, siempre es mejor consultar con tu médico para ver qué es lo mejor en tu caso.
3. Mantén un peso saludable
Puede ser que durante tu tratamiento contra el cáncer hayas ganado o perdido peso. Lo importante es que hables con tu médico para que logres y mantengas un peso saludable. Si perdiste peso, es probable que tu médico te recomiende nuevas maneras de relacionarte con la comida para abrir tu apetito. Además, pueden trabajar juntos para prevenir las náuseas y el vómito que pueden estar impidiendo que te nutras correctamente.
Si por el contrario, ganaste peso durante tu tratamiento contra el cáncer, debes empezar una dieta balanceada con ejercicio. No debes privarte de los nutrientes que necesitas. Por eso, una dieta nutritiva y la actividad física son ideales para perder peso poco a poco.
4. Dile no al tabaquismo
Fumar y masticar tabaco, son un factor de riesgo altísimo para los pacientes sobrevivientes del cáncer y para cualquier persona saludable. Así que no fumes. Corta de una vez por todas con el tabaquismo y reducirás tu riesgo de volver a desarrollar cáncer o de desarrollar un nuevo tipo de cáncer.
Si has tenido dificultades para dejar de fumar o eliminar el tabaco, consulta con tu médico para que te ayude.
5. Limita tu consumo de alcohol o elimínalo
Si decides tomar bebidas alcohólicas, toma lo mínimo posible. Las mujeres y las personas mayores de 65 años no deben tomar más de una copa diaria; y los hombres no deben tomar más de dos copas al día.
Aunque el alcohol podría tener algunos beneficios para algunas personas disminuyendo su riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, es una realidad que el alcohol también incrementa el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer como el de la boca y la garganta. Por eso, lo mejor es que hables con tu médico acerca de cuánto alcohol es permitido en tu caso o si debes eliminarlo por completo.
Como te dije al principio, estos consejos te ayudarán a seguir dándole la batalla al cáncer y a evitar que reaparezca en tu vida.
Desde luego, no tomes decisiones acerca de tu recuperación sin discutirlas con tu médico. ¡Aprovecha y disfruta sanamente de los años que te regala la vida!
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.
Imagen © iStock / Nastia11
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