¿Discutes cada vez más con tu mujer o tus amigos? ¿Tienes menos paciencia con tus hijos o te sientes desganado y no puedes dormir bien? Tal vez estés deprimido y sea hora de admitirlo. Es necesario que lo hagas para que puedas pedir ayuda para salir de ese estado. ¡Anímate! Los hombres también se deprimen y aquí te contamos cómo detectar si es eso lo que te está pasando.
Los hombres también se deprimen y hay que ser valiente para admitirlo, sobre todo en sociedades como las latinas, en las que los varones crecen con la idea de que ser fuertes implica no estar tristes ni demostrar los sentimientos. Lamentablemente, estas ideas no hacen más que impulsar a los varones a esconder lo que les pasa y, de ese modo, tampoco pueden acceder a la ayuda que puedan necesitar para enfrentar las situaciones difíciles.
El resultado es que muchos hombres están deprimidos pero no reciben tratamiento ni asesoramiento profesional. Lo más alarmante de esta situación es que cuando la depresión se sale de control, puede llevar a cualquier persona a hacer algo peligroso. De hecho, si bien las mujeres son las que en general se deprimen, los intentos de suicidios suelen ser más trágicos en el caso de los hombres.
Se estima que la muerte por suicidio es cuatro veces más frecuente en los hombres que en las mujeres. Aunque éstas tienden a cometer más intentos de suicidio que los hombres, la tasa de suicidio de los hombres es mayor posiblemente porque los métodos que usan para intentar quitarse la vida suelen ser más letales que los que usan las mujeres, como por ejemplo, los hombres usan armas de fuego en vez de tomar un exceso de pastillas.
Algunas investigaciones indican que, de recibir el tratamiento correcto, estas muertes podrían evitarse. ¿Por qué no ocurre? No sólo a muchos les cuesta admitir que están deprimidos, a veces ni siquiera pueden reconocer que lo están. Y esto se debe, en parte, a que los síntomas de la depresión suelen ser diferentes en los varones que en las mujeres.
Por ejemplo, mientras que las mujeres tienden a sentirse tristes, con culpas y autoestima baja, los hombres se vuelven más irritables, sienten cansancio, perdida de interés por las actividades cotidianas y tienen problemas para dormir. Además, es más común que ellos se apoyen en el alcohol y las drogas para escaparse de la situación y así evitan enfrentar una realidad que les cuesta asumir. Otra forma de tratar de ocultar el problema (la depresión) es llenarse de actividades y de trabajo, pero esa hiperactividad suele ocurrir junto con un estado de intolerancia, enojo y agresión.
Otras veces, las señales emocionales no son tan evidentes o se esconden detrás de síntomas físicos que se asocian a la depresión, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y dolores crónicos. Todo esto hace que se corra el foco del verdadero problema y hasta los mismos médicos no logran detectar que la causa real de esos malestares es un trastorno depresivo.
¿Ahora sí empieza a resultarte conocido? Puede que te esté pasando a ti o alguien que conozcas, y es más común de lo que crees. Para que tengas una idea, se estima que alrededor de uno en veinte hombres sufrirá un episodio relacionado con la depresión durante el año y que, en Estados Unidos, al menos seis millones de varones sufren algún trastorno depresivo.
Existen distintos tipos de trastornos depresivos, cada uno con sus características y síntomas, y todos se pueden tratar. Toma nota de los más conocidos:
- Depresión mayor (o trastorno depresivo mayor) se manifiesta con una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad de trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de las actividades que antes eran placenteras. Puede ocurrir una sola vez, pero con frecuencia ocurren varios episodios durante el transcurso de la vida.
- Distimia (o trastorno distímico): una depresión crónica, menos severa, que se manifiesta con síntomas duraderos que no incapacitan seriamente, pero impiden que la persona afectada funcione bien o se sienta bien.
- Trastorno bipolar (o enfermedad maníaco-depresiva): se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo, de euforia (manía) y de decaimiento (depresión) severos, a menudo con períodos de estado de ánimo normal entre éstos.
En cualquier caso, es importante que tú mismo reconozcas que algo no anda bien, para que puedas hablar claro y buscar la ayuda necesaria. La depresión es un trastorno médico serio que afecta al organismo, el estado de ánimo y la manera de pensar, comer y dormir, y también cambia la forma de pensar y de sentir. Los hombres que padecen de un trastorno depresivo o de depresión no pueden mejorar por sí solos, y si no se tratan, los episodios de depresión pueden durar semanas, meses ¡o años!
Pregúntate si te sientes triste, vacío, irritable, enojado, culpable, inútil, pesimista, desesperado, perdido, cansado, inquieto, perturbado, que nadie se interesa por ti o que no vale la pena vivir. Evalúa si estas durmiendo más o menos de lo usual, si has cambiado tus hábitos con la comida, si tienes dolores de cabeza o de estómago con frecuencia, u otros dolores crónicos, si tienes problemas para concentrarte, para recordar cosas o para tomar decisiones, si has perdido el interés en el trabajo o en otras actividades que antes te gustaban y hasta si has perdido interés en las relaciones sexuales.
Si tienes alguno o varios de estos síntomas de manera frecuente, es importante que hables con tu médico. Ten coraje, la verdadera hombría no es “hacerse el fuerte” sino serlo en verdad para asumir el problema, pedir ayuda y hablar de él para que puedas recibir tratamiento. Los trastornos depresivos son un problema médico, como la presión alta, la diabetes, el colesterol alto, etc. Existen tratamientos. El primer paso es detectar que hay un problema, el siguiente es acudir con un profesional calificado para que te ayude.
Imagen © iStock / Ivan Bliznetsov
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2012.
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