Cuando el bebé se enferma, los padres, sobre todo los primerizos, se angustian y se preocupan. Y es comprensible porque solamente con el tiempo y la experiencia empezarán a diferenciar cuando se trata de algo leve o síntomas que indican un problema más serio. ¿Qué hacer si los labios del bebé toman una coloración azul o vomita una bilis de color verde? Hay situaciones en que la respuesta es sólo una: buscar ayuda profesional inmediatamente. Aquí encontrarás algunos síntomas que indican que se trata de una emergencia médica.
Alina todavía recuerda la noche en que tuvo que llevar corriendo a su bebé de dos meses a la sala de emergencias con una fiebre de 101º F (38.3º C) que no bajaba con nada, su temor a que algo grave le pasara, y las horas de espera hasta tener los resultados del laboratorio. Por suerte se trataba de una infección de la garganta y después de quedarse unas horas en observación, mamá y bebé pudieron regresar a casa. Alina hizo lo correcto. ¿Hubieras reaccionado de la misma forma?
Los padres o las personas al cuidado de un bebé deben buscar ayuda médica de inmediato si el bebé desarrolla cualquiera de los siguientes síntomas:
1. Labios que toman una coloración azul o violácea (violeta). Además de los labios azules, está coloración también puede extenderse a la lengua, a las membranas mucosas de la boca y a la base de las uñas. Significa que el bebé no está recibiendo suficiente oxígeno y se conoce como cianosis. La cianosis indica que hay menos cantidad de oxígeno en el torrente sanguíneo debido a problemas en los pulmones o en el corazón. Hay que llevar al bebé de inmediato a la sala de emergencias para que lo evalúe un doctor.
2. Dificultad para respirar. Los catarros y las infecciones respiratorias pueden provocar congestión nasal y en las vías respiratorias, y es normal que se le dificulte respirar un poco. Pero hay otras condiciones, como la bronquitis o la neumonía (pulmonía) que pueden empeorar la respiración todavía más. Los síntomas que debes buscar son: cuando el bebé parece tener dificultad para respirar y no se mejora, los labios y la zona alrededor de la boca podrían tomar un tono azulado, podría haber hundimiento en la piel entre las costillas al inhalar, podría tener más sueño de lo habitual, tener un sonido áspero o raro al respirar y/o cuando las aperturas de la nariz se abren como tratado de buscar más aire. En estos casos, llama al médico de inmediato. Si es tarde en la noche y/o no puedes comunicarte, lleva al bebé a la sala de emergencias más cercana.
3. Un recién nacido con temperatura de 100.4º F (38º C) o más. Si tu bebé tiene menos de tres meses y desarrolla fiebre, debes llamar a tu pediatra. No te angusties, una fiebre puede deberse a varias razones, desde un simple catarro a algo más serio como una meningitis. Es necesario que le tomes la temperatura por el recto para que sea más exacta. Pero, siempre que un recién nacido tiene fiebre debes consultar con su doctor. Si excede esa temperatura, probablemente te recomendará que lo lleves al hospital para que lo examinen y le hagan los exámenes necesarios para determinar la causa de la fiebre.
4. Ictericia (color amarillento de la piel) que va en aumento en lugar de disminuir. Algunos bebés nacen con un tono amarillento en la piel, esta condición se denomina ictericia. La ictericia se debe a un exceso de bilirrubina acumulado en el organismo que el hígado del recién nacido no puede procesar bien. La bilirrubina es una sustancia química que contiene la hemoglobina, que a su vez transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. Cuando estos glóbulos rojos van desapareciendo del sistema circulatorio (se van degradando), el cuerpo genera otros nuevos para sustituirlos y el hígado se encarga de procesar y eliminar los glóbulos rojos (y la hemoglobina) deteriorados. Si el hígado del recién nacido no está funcionando a capacidad, la bilirrubina se acumula y produce la ictericia. Al pasar los días y a medida que el hígado empieza a funcionar normalmente, la piel del bebé va adquiriendo una coloración normal. Si por el contrario, la piel de tu bebé se pone más amarilla, significa que el nivel de la bilirrubina ha aumentado, lo cual puede ser peligroso. Si sube excesivamente, puede provocar convulsiones y daños permanentes al cerebro. Comunícate de inmediato con el pediatra si esto sucede. Por lo general, te aconsejará que alimentes al bebé con más frecuencia, para estimular la eliminación de la bilirrubina a través de las heces fecales. Si el nivel de la bilirrubina es muy alto, el bebé podría recibir fototerapia con rayos ultravioleta para acelerar su descomposición y/o podría ser necesario reemplazar la sangre del bebé con plasma fresco en casos muy severos.
5. El bebé vomita bilis de color verdoso. Los bebés vomitan pequeñas cantidades y es normal. Pueden vomitar cuando expulsan gases, cuando se han llenado mucho, porque tosen o lloran excesivamente o porque un virus les ha afectado el estómago. Pero debes tener cuidado cuando notes un vómito de color verdoso o con sangre o que se parezca al sedimento (borra o cuncho) del café. Si es de color verdoso, se trata de bilis e indica que los intestinos están bloqueados y hay que actuar de inmediato. Si el vómito se parece al sedimento del café puede ser un aviso de sangrado interno. Llama al pediatra inmediatamente o dirígete al hospital más cercano. También debes buscar ayuda si el bebé vomita después de recibir un golpe en la cabeza ya que es señal de una conmoción cerebral y hay que evaluarlo lo más rápidamente posible. Ten en cuenta que un doctor debe revisar al bebé si recibe cualquier tipo de golpe o lesión en la cabeza, con o sin vómito. No lo olvides.
6. El bebé muestra señales de deshidratación. Si se muestra aletargado, con los ojos hundidos, llora pero no tiene lágrimas o no tiene saliva en la boca, es probable que se encuentre deshidratado. Pero la señal definitiva es que no orine lo suficiente. Los recién nacidos deben mojar al menos un pañal al día durante los primeros seis días de vida, y de ahí en adelante deben ir aumentando a unos seis pañales al día, por lo menos. Llama al pediatra que quizá te recomiende que le des a beber líquidos con electrolitos (minerales). No le des agua al bebé porque ésta puede reducir el nivel de sodio (sal) en el organismo y provocarle convulsiones.
Poco a poco irás aprendiendo a reconocer lo que es normal o y lo que no lo es y te volverás toda una experta en el cuidado de tu bebé. Tu misión es protegerlo y mantenerlo saludable, así que ante cualquier duda o cualquier manifestación que no es habitual, sigue tu intuición, no pierdas tiempo y llama al pediatra cuanto antes.
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2011.
Imagen © iStock / hidesy
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