En general, las mujeres embarazadas se preocupan por el bebé, el parto y porque todo salga bien (en especial las mamás primerizas), y esperan que su hijo nazca sin problemas. Si bien esto es así en la mayoría de los casos, a veces los niños pueden llegar con defectos de nacimiento (malformaciones congénitas). ¿Por qué ocurre eso, se puede hacer algo para evitarlo? Aquí te contamos más al respecto y cómo cuidarte durante el embarazo.
El nacimiento es, como se dice, “un milagro, el milagro de la vida”. Nacen bebés todos los días, es un proceso natural de la vida y es sorprendente que el niño salga del vientre materno perfectamente desarrollado. Si lo piensas bien, verás que desde el momento mismo de la concepción ha sido todo un proceso perfecto en el cual cada cosa se iba ligando a la otra hasta que llegó el momento tan esperado.
En general, la mayoría de los bebés nacen en buenas condiciones de salud y no tienen problemas. Sin embargo, debes tener en cuenta que a veces, pueden nacer con defectos de nacimiento (o malformaciones congénitas), y estos sucede más seguido de los que se cree. Específicamente, se estima que esto le ocurre a 1 de cada 33 bebés por año.
Los defectos de nacimiento pueden variar en severidad de leves a graves, y pueden afectar al aspecto físico, al funcionamiento del cuerpo o a ambos.
Algunos defectos de nacimiento se pueden diagnosticar antes de que nazca el bebé, con las pruebas o exámenes prenatales, como la ecografía (ultrasonido) o la amniocentesis, por ejemplo. Estos exámenes te permitirán saber más temprano qué cosas pueden ocurrir, para que puedas tomar decisiones con tiempo y hacer planes para el futuro.
En otras ocasiones los defectos de nacimiento o malformaciones congénitas se detectan luego de que el bebé ya ha nacido, pero sólo en algunos casos puede ser fácil de reconocer en el momento del parto, como el labio leporino o los defectos del tubo neural (como la espina bífida o algunos tipos de hidrocefalia), que generan problemas en el cerebro y en la médula espinal. Otras veces no puedes darte cuenta sino hasta que el niño o la niña empieza a crecer, como cuando se trata de problemas cardíacos.
¿Sabías que hay varias cosas que puedes hacer durante tu embarazo para proteger a tu bebé y fomentar un desarrollo normal? Si bien las causas que causan los defectos de nacimiento no son del todo claras y muchas veces no pueden ni predecirse ni prevenirse, se cree que la mayoría de los defectos congénitos se producen durante los primeros tres meses de gestación (del embarazo).
Por eso, por ejemplo, es importante tomar el ácido fólico (que es una de las vitaminas B), incluso en los primeros 3 meses antes de quedar embarazada. El ácido fólico ayuda a desarrollar el cerebro y la columna vertebral del bebé en el primer mes de embarazo, cuando todavía no puedes saber que ya estás esperando un hijo. Si estás pensando embarazarte, consulta con tu médico acerca de cuánto debes tomar y si te recomienda otras vitaminas prenatales.
Si tu bebé ya está en camino, recuerda que la placenta que lo une con tu cuerpo no es una barrera que puede protegerlo en un 100% mientras se desarrolla, ya que también permite el intercambio de sustancias. Por ejemplo, es a través de la placenta que se alimenta durante los 9 meses. Por eso, si fumas, bebes alcohol, usas drogas ilegales o estás expuesta a enfermedades infecciosas, tu bebé también estará expuesto.
¿Significa que no debes fumar ni un solo cigarrillo, ni tomar vino o cerveza ocasionalmente? Efectivamente, esta es la recomendación. El alcohol, por ejemplo, le puede provocar lo que se conoce como trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), que puede causarle problemas físicos, de comportamiento y del aprendizaje que perduren por toda la vida, ¡No existe una cantidad segura, ni un momento en el que no se corra un riesgo si se consumen bebidas alcohólicas durante el embarazo!
Por otro lado, el padecer enfermedades infecciosas durante este período también puede afectar a tu bebé. Si tienes síntomas o notas algo extraño, consulta a tu médico, él o ella te indicarán qué debes hacer. Además, ¿sabías que puedes prevenir las infecciones de una manera muy sencilla? Sólo debes recordar lavarte las manos frecuentemente, especialmente después de haber ido al baño o de haber tocado carne cruda, huevos crudos, vegetales sin lavar y las mascotas. También después de trabajar en el jardín o de cuidar niños pequeños.
Asimismo, ten en cuenta que algunos medicamentos, suplementos y hierbas también se han asociado con el desarrollo de defectos de nacimiento. Por eso es importante que no los uses por decisión propia, siempre consulta con tu médico antes de tomar cualquier medicina, suplemento o hierba, incluso las medicinas de venta libre.
Otro factor importante es mantener una alimentación saludable y balanceada, de acuerdo a tu situación particular (recuerda que tu bebé se alimenta de ti). Consulta con el o la especialista que te está asesorando y pregúntale si es necesario que lleves alguna dieta en especial. Evita consumir leche cruda y alimentos hechos con ella, y no comas carne cruda o mal cocinada.
Por último, para cuidar el desarrollo de tu bebé, recuerda que debes visitar regularmente a tu médico y hablar con él o ella acerca de cualquier problema crónico que tengas (como obesidad, diabetes o convulsiones, por ejemplo) para que pueda indicarte cómo mantenerlo bajo control. También puedes preguntarle acerca de cualquier sustancia que debas evitar en el trabajo o en la casa.
Con todas estas sugerencias en mente, no te olvides de disfrutar esta etapa tan importante para ti, la futura madre y preparar con amor el lugar que ya ha empezado a ocupar el nuevo integrante de la familia.
Imagen © iStock / metinkiyak
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